Críticas
“La sustancia” creada con el material e lo que están hechos los sueños
El body horror ha ido ganando espacios dentro de los espacios que antes le cerraba la puerta de forma total, siendo el Festival Internacional de Cine de Cannes el que más les ha abierto las puertas, tanto que en 2021 le otorgó su máximo galardón a la sobrevalorada "Titane" y que sacudió las buenas consciencias del evento, una película que se jactaba de provocadora, innovadora, pero que en los hechos era una cinta que puede impresionar a aquellos que nunca han visto cine de género pero que, para los fanáticos de ese tipo de cintas, no ofrece nada más que clichés. Es por eso que, al ganar este año “La Sustancia” (The Substance) el premio a Mejor Guión, muchos esperábamos otra cinta apantalla bobos, pero la sorpresa viene con una de las mejores cintas del subgénero de los últimos años.
Elisabeth Sparkle ha dejado atrás sus días de estrellato y fama, confinada a un programa matutino de rutinas de ejercicios. Cuando descubre que los ejecutivos de la empresa buscan cambiarle por alguien más joven, entra en depresión. Tras un accidente, alguien le acerca una usb que contiene información que le permitirá ser joven de nuevo. Pero con la juventud llega la inexperiencia, la ambición y el egoísmo.
“Transformers Uno” la historia de origen que no sabíamos necesitábamos
A mediados de la década de 1980s era imposible ser niño y no estar obsesionado con los Transformers, estos robots inmensos que habían hecho de la Tierra su nuevo planeta y donde la lucha entre buenos y malos eran el pan de cada día. Cuando en el siglo XXI llegaron al cine en live action fue para muchos un sueño que conforme avanzaban las secuelas se convertía en pesadilla. Ahora llega a pantallas “Transformers Uno” (Transformers One) un nuevo intento de construir una nueva saga pero en forma de animación y, hay que ponerlo claro, el inicio de ella es impresionantemente bueno, recuperando la emoción de las viejas caricaturas y haciendo que todos los espectadores se sientan como si tuvieran 10 años, fascinándose ante la épica se desarrolla ante sus ojos.
Orion Pax y D-16 trabajan como mineros en Cybertron bajo las órdenes de Elita, mientras Sentinel Prime y sus soldados buscan un mítico objeto que les permitirá reactivar su planeta. Cuando las cosas no salen como Orion espera tras una carrera, deberá unir fuerzas con D-16, Elita y Badassatron para salvar su mundo, aunque en el camino la hermandad se romperá.
“Casi el paraíso” Méjico Máxico en su esplendor
Las apariencias dominan todo lo que tiene que ver con la percepción que la sociedad tiene de alguien o de un suceso, sin importar la verdad o los motivos que llevan a la gente a realizar una acción, siendo más importante lo que las masas perciben que el analizar lo que ocurre. Con esa idea del culto a la apariencia, llega la adaptación cinematográfica de la novela “Casi el Paraíso” de Luis Spota publicada en 1956, Opera Prima del reconocido productor Edgar Sanjuan, quien realiza su primer largometraje como director.
El conde Ugo Conti conoce a Teresa, la hija de un político de segunda línea del gobierno de México, quien busca ser designado como el candidato oficial para la gobernatura de Oaxaca. Ese encuentro lo hace relacionarse con poderes y fuerzas a las que cree controlará, sin darse cuenta la forma en que se convierte en un peón de ellos. Pero aún dentro del mundo de simulaciones políticas mexicanas, hay sitio para que un impostor europeo busque salirse con la suya.
“Pedro Páramo” una adaptación muy fiel no siempre funciona del todo
Una de las novelas consideradas infilmables dentro de la literatura mexicana es “Pedro Páramo” de Juan Rulfo, un relato rural donde la realidad y el reino de lo fantástico se funden para crear un fascinante encuentro sobre las raíces y la identidad, aún así ha sido llevada al cine en tres ocasiones, la primera en 1967 dirigida por Carlos Velo, la segunda en 1976, hecha por José Bolaños y la más reciente, de 2024, Opera Prima del cinefotógrafo Rodrigo Prieto.
Juan Preciado llega al pueblo de Comala en busca de su padre, un tal Pedro Páramo, sólo para hallar un lugar desolado y habitado por rencores y fantasmas del pasado, quienes le irán develando los secretos del lugar y la personalidad de su padre.
“Beetlejuice Beetlejuice” un Burton intentando salir del Inframundo
En 1988, el cineasta californiano Tim Burton, que había salido de Disney por diferencias creativas, lanzaba su segundo filme como director. Después de haberle dado vida a la extravagante mirada de Pee Wee Herman (Paul Reubens) y su breve paso por la televisión con episodios de Alfred Hitchcock presenta y el Faerie Tale Theater, tomaría esta comedia de humor negro centrada en una pareja de fantasmas, los Maitland (Geena Davis y Alec Baldwin), y su encuentro con la familia Deetz que deriva en la presencia de este autodenominado bio exorcista dispuesto a todo llamado Beetlejuice (Michael Keaton).
“El Súper Fantasma” (apodado así en México) sería una ventana interesante hacia la creatividad de un autor que, a través del choque de mundos de vivos y muertos, comenzaba a crear un sello estilístico en el que Burton se divertía usando efectos prácticos. Pero ese cineasta se perdió en un limbo entrando al nuevo milenio, teniendo algunos chispazos con “El Cadaver de la Novia” (2005) o el musical “Sweeney Todd” (2008), pero perdiendo esa mirada entusiasta e, incluso, su pasión por hacer cine.