Christopher Nolan se ha distinguido por ser uno de los directores más impactantes de los últimos años, cada película realiza genera una expectativa como antaño lo hiciera el cine de Spielberg o Zemeckis. Y Batman, el caballero de la noche asciende (The Dark Knight Rises) es una cinta que supera las expectativas con un gran guión, un trabajo de dirección que raya en la perfección y sorprendentes actuaciones.
La cinta se ubica ocho años después de los sucesos de Batman, El Caballero De La Noche (The Dark Knight 2008), Ciudad Gótica se encuentra en un momento de paz debido a la Ley Dent pero la llegada de un mercenario sólo conocido como Bane rompe la tranquilidad y solo el regreso de Batman podrá regresarle la paz, pero ¿está dispuesto Bruce Wayne a dejar atrás sus temores y ponerse de nuevo el traje?
Christopher Nolan deja claro desde el inicio de la tercera parte de Batman que no tiene prisa. No está interesado en volvernos a presentar al encapuchado de forma inmediata, tiene que pasar una buena parte de la película para que veamos a Bruce Wayne y un poco más para verlo como el hombre murciélago. Pero no por ello no pasa nada, pasan de hecho muchas cosas, situaciones necesarias para irnos preparando a la explosiva interpretación de Tom Hardy como Bane, villano de villanos que, sin llegar a ser The Jocker, logra impactar con su presencia, llenado la pantalla con su maldad y dándose el lujo de siempre aparecer amenazante y decir frases duras.
La película está dirigida a un público adulto, al que sabe lo que es la vida diaria, el que conoce las desilusiones diarias y los triunfos en ellas. Si esperaban que durante el transcurso de la cinta se volvería todo optimista y lleno de vida se equivocan, lo que vemos en pantalla es sombrío, lleno de desilusiones, de melancolía.
Técnicamente la cinta es impresionante, Nolan sigue confirmándose, al lado de Fincher, como uno de los genios norteamericanos en el arte de contar historias sirviéndose de un gran trasfondo. Batman si bien podría ser una oda a la destrucción y la anarquía en el fondo es una historia de como permitir hundirte en la comodidad sólo te mata mentalmente y te aleja de tus sueños. La anarquía se presenta como un elemento necesario que hay que domar para poder avanzar en todos los aspectos, condenando su exceso pero no su existencia.
Bruce Wayne esta derrotado toda la cinta, su deterioro físico sólo es el reflejo de la inactividad en la que se encuentra, su espalda lastimada tras el primer enfrentamiento con Bane es sólo el sótano debe tocar antes de arrastrarse a la superficie. Ya que la mencionó, la pelea es una clásica lucha cuerpo a cuerpo, a puñetazos, donde solo oímos el golpe de la piel que es aplastada, fracturada, sin que allá música que nos distraiga o aumente emociones, Nolan, de nuevo, nos muestra que es un gran director.
El leitmotif de la cinta es un canto que incluye, en una lengua perdida, la arenga a la victoria, al elevarse y superar los miedos y temores. Y en esta ocasión, si bien se repite con orquestaciones parecidas a las dos anteriores, crea de nueva cuenta una pieza única y que será recordada con el film.
Si bien el miedo a la muerte es uno de los temores naturales y siempre se pide superarle, en Batman, El Caballero de la Noche Asciende, el miedo a ella no existe, lo cual debilita las acciones de todos los involucrados, es sólo cuando se le enfrenta con el respeto de que puede ser el final cuando las piezas comienzan a encajar de nuevo, recordando la naturaleza humana, recordando que la vida es para confrontarle y vivirla sin entregarse a la muerte.
Christian Bale en esta ocasión está mucho más comodo con su papel, mimetizándose con él y es acompañado por un Tom Hardy irreconocible y una gatubelezca Anne Hathaway, quien sólo es un lindo elemento decorativo, hermoso y que dota de credibilidad a su personaje, pero que no brilla lo suficiente para robarle escenas a sus alternantes. También aparece, de nueva cuenta, Cillian Murphy quien con esto logra salir en toda la trilogia en momentos memorables.
Batman, El Caballero de la Noche Asciende, no decepcionará a los seguidores de las otras entregas de la saga y se alza como una de las películas basadas en comic más intensas de los últimos años, sin falsas concesiones y con una puerta abierta a posibilidades infinitas.
Es necesario mencionar que los desafortunados sucesos ocurridos en Aurora, Denver, Colorado, no son el reflejo de lo que pasa en el cine. No es la sociedad imitando a maniacos que salen en pantalla. Es el reflejo de una sociedad armamentista que prefiere prohibir disfraces que realizar una legislación que limite la adquisición de armas, es el resultado de políticas que sólo buscan proteger a las industrias que a la sociedad. Lastima no tengamos un Batman que nos ayude a combatir ello y que a cambio tengamos cerradas posturas que buscan tirar la bolita a los lados equivocados.
Los invitamos a ver el tráiler aquí.
