Gracias por compartir (Thanks for sharing) es la ópera prima del escritor Stuart Blumberg en la que cuenta con un ensamble maravilloso, que hace de la película un espejo para mostrar los defectos más enraizados en uno, no sólo del adicto pero también de aquellos que lo rodean.
Mark Ruffalo da vida a Adam, un exitoso hombre de negocios, heterosexual pero que ha vivido al extremo de su adicción por lo que para poder mantenerse sobrio ha sacrificado el tener televisión, utilizar el internet y viajar en metro. Pero cuando llega Gwyneth Paltrow (Phoebe) a su vida, Adam se ve enfrentado a un mundo completamente nuevo, en el que el sexo ya no es una enfermedad pero un acto de amor y donde tendrá que luchar con la desconfianza y los prejuicios que conlleva decir que es adicto.
La relación de Adam y Phoebe pone a la mesa un cuestionamiento que se plantea dentro de la película: El estar con un adicto ¿qué dice de uno?. Gracias por compartir muestra no sólo los problemas de los adictos y cómo sus acciones han afectado a sus seres más queridos, sino también aquellos que están con ellos tienen su carga de problemas.
Las actuaciones de Mark Ruffalo y Tim Robbins (Mike) son maravillosas. Ruffalo logra convertirse en un abstemio creíble y que se le llega a querer para después verlo en su punto más bajo, convertido en lo que antes sólo eran referencias a lo que un adicto al sexo puede llegar a hacer.
Tim Robbins muestra el lado familiar de lo que las adicciones pueden llegar a destruir. Casado con su amor de adolescente y con un hijo que intenta recuperar su lugar en la familia después de haber destruido la confianza de sus padres por su adicción a las drogas. Robbins muestra la desconfianza que cualquiera puede ante un adicto, a pesar de que éste diga que ha dejado de consumir drogas y se mantiene limpio. Así mismo, el hijo muestra el rencor y el dolor ante su padre quien aún no acepta que lo golpeaba y lo lastimaba cuando estaba perdido en el alcohol.
La esposa de Robbins muestra que cada quien tiene que lidiar con sus propios demonios, que más allá de juzgar al otro, primero se tiene que ver uno mismo al espejo.
Por último, se cuenta con la participación de Alecia Moore (Dede), mejor conocida como Pink, y Josh Gad (Neil). Una pareja de inadaptados sociales que encuentran en su amistad la mejor forma de confrontar su adicción al sexo. Sin necesidad de una trama amorosa entre ellos, Moore y Gad toman las cosas de manera más divertida y ligera, a pesar de que lo se está tratando en pantalla no es cómico.
Gracias por compartir es un muestrario de diferentes puntos de vista de todos los involucrados, en donde no hay manera una manera mágica de lidiar con una adicción, y que es sólo cuando tocan fondo que entienden que es hora de cambiar o de perderlo todo, algunos hasta la vida.