Darren Aronofsky regresa a las pantallas con Noé (Noah) una interpretación personal sobre el episodio bíblico del diluvio y los personajes involucrados en él. En esta su sexta producción regresa por momentos al estilo visual que lo lanzara a la fama en cintas como Pi (? 1998) o Réquiem Por Un Sueño (Requiem for a Dream 2000) pero sin lograr sostener toda la película.
Noé comienza a recibir en sueños mensajes de su dios quien le indica la humanidad será borrada de la faz de la Tierra y le encomienda la misión de construir un arca para salvaguardar a las demás especies habitan el planeta. Su encargo se enfrenta a los descendientes de Caín quienes buscaran apropiarse del navío para salvarse, al mismo tiempo tiene que enfrentarse ante el hecho de apoyar a su familia o servirle sin reparos a un dios que parece ciego y mudo ante sus dudas.
Noé está dividida en dos partes. La primera que narra los antecedentes de la lucha entre el personaje principal (un sorprendente Russell Crowe que por fin parece haber dejado atrás su papel en Los Miserables –Les Miserables Hooper 2012-) y Tubal-cain (Ray Winstone), uno completamente religioso, el otro un humanista que defiende a los seres humanos antes que a otras cosas (animal lovers prepárense para odiarle). El momento climático de este enfrentamiento se da con el inicio del diluvio. La segunda parte comienza con el diluvio y retrata la vida dentro del arca y la tensión que se produce en la familia.
La primer parte es casi perfecta, con un Darren mostrando lo mejor de su manejo visual, presentando criaturas míticas, jugando con la Biblia, creando expectativa. La segunda es un tronco en el mar, se alarga, se alarga, se alarga, parece interminables y sin sentido, carece de la emoción de la primera y, como un barquito en el mar, se mece sin sentido.
Las actuaciones masculinas de la cinta son muy destacadas, no así la de los personajes femeninos que parecen aprisionados, grises, si bien Emma Watson y Jennifer Connelly logran tener una escena donde su actuación es sobresaliente, la mayor parte del tiempo no pasan de un elemento de fondo. Sorprende Logan Lerman con un papel que lo aleja por completo de lo intrascendente.
Dentro de la producción destaca el arca, un navío de tres niveles que luce imponente, donde los animales son trasladados, donde el drama familiar tiene lugar. Los efectos especiales son sobresalientes, el inicio del diluvio y los gigantes (Grigoris) logran captar por completo la atención del espectador. El sonido en la parte del inicio del diluvio es enloquecedor, no sólo por la lluvia sino por la cantidad de detalles que le acompañan.
La cinta sin duda levantará polémica entre las personas religiosas, no sólo por la alteración que hace a los textos bíblicos sino por la visión que hace de Noé al presentarle como un ser ciego ante su dios, incapaz de ver por su familia y dejarle extinguir por seguir lo que él considera los designios del creador. Cerca del final la forma en que sus hijos lo enfrentan es brutal.
Noé continúa la exploración mística que Aronosfky inicio en Pi y que parecía haber llegado a su fin en La Fuente de la Vida (The Fountain 2006), desafortunadamente la cinta se alarga y pierde el interés después de la caída de la primer gota de agua. Personas sumamente religiosas vayan con mente abierta –si pueden- para disfrutar un espectáculo visual que no tiene nada que ver con aburridas clases religiosas.
Los invitamos a ver el tráiler.
Noé (Noah)
Director: Darren Aronosfky
Guión: Darren Aronofsky / Ari Handel
Con: Russell Crowe, Jennifer Connelly, Ray Winstone, Emma Watson, Logan Lerman, Anthony Hopkins, Douglas Booth
Distribuidor: Paramount Pictures
Fecha de estreno: 21 marzo 2014 (México) 28 marzo 2014 (Estados Unidos)
País: Estados Unidos 2014
Duración: 132 minutos