Warcraft: Una mezcla que apela a la añoranza y a nuevos espectadores

Warcraft-FilmWarcraft es uno de los juegos más amados de Blizzard. Desde su lanzamiento en 1994 como un juego de estrategia en tiempo real (RTS), se consolidó gracias a una historia interesante porque logró presentar dos mundos que no mostraban la dicotomía de buenos y malos, sino que presentaban historias de ambos lados; historias que poco a poco crecieron hasta el punto de llegar a tener World of Warcraft (WoW).

Con la llegada de WoW, Blizzard creó un nuevo rubro en el ámbito de los MMORPG (juego masivo en línea de juego de roles), no sólo marcó un nuevo nivel para todos los juegos en línea, también hizo que muchos juegos copiaran la interface, formulas, quests, etc., porque la forma de jugar prácticamente se volvió canon por mucho tiempo, y en algunos casos sigue muy actual.

Debido a la gran cantidad de fans del juego y que éste cuenta con una historia extensa y muy rica en personajes y situaciones, Blizzard decidió hacer una película. Si uno ha jugado WoW o visto los vídeos que la compañía hace para sus juegos, es fácil decir que una película sería impresionante; sin embargo, Blizzard decidió que la película fuera con actores de carne y hueso y no sólo animación.

Para la tarea se contrató a Duncan Jones, un director que ha dado buenos trabajos y que se declaró fan del juego; tal vez por eso se decidió por él. Sin embargo, lo que vemos en pantalla nos muestra que el paquete de ser guionista y director al mismo tiempo puede que le haya quedado un poco grande.

En cuestión del reparto, casi todos quedaron bien en sus papeles, excepto Travis Fimmel (Lothar) quien no logra ser en lo más mínimo expresivo, ni siquiera en el punto más doloroso de la línea de su personaje. Acompañando a Fimmel se cuenta con la participación de Paula Patton como Garona, una orco mitad humana que se divide entre lealtades y que muestra parte del drama típico al que nos tiene acostumbrados Blizzard, a pesar de que faltó mucho más de eso en la trama.

Ruth Negga y Anna Galvin; Lady Taria y Draka, respectivamente, hacen un buen papel como esposas de los principales líderes, aunque sus papeles son pequeños y se reducen a un par de acciones que dan pie para lo que venga en las siguientes películas (si es que hay más entregas de este tipo).

Dominc Cooper es el Rey de Stormwind (Llane Wryn), Daniel Wu da vida a Gul’dan, Ben Foster es el gran Medivh y Ben Schnetzer es Khadgar. Todos ellos logran dar muy buenas interpretaciones y es interesante ver en pantalla a personajes que por mucho tiempo sólo existieron en animación como NPCs (personajes en el juego con los que uno interactúa).

En lo que respecta a la película, la cinta es entretenida, tiene una gran calidad de efectos y en su mayoría las actuaciones se disfrutan. Lo malo es que Jones no logra mantener un ritmo, la mitad de la cinta decae mucho y se alarga en tan sólo esperar una batalla sin que se diga información extra o avance la historia, lo más interesante es la batalla con Medivh y ésta es casi al inicio de la batalla final, después de que se tiene bastante tiempo muerto.

Se extraña el dramatismo exagerado que define a Blizzard, además de que la historia resulta ser una mezcla de todo lo que existe de Warcraft, no sólo de WoW sino de todas las entregas desde 1994. Al intentar hacer que la historia no fuera de nicho se hizo una mezcolanza de líneas de tiempo y sucesos que no deja muy en claro cómo es que seguirán la historia.

En esta primera entrega tenemos que la Alianza ya existe, cuando en la historia la Alianza sólo se crea después de la primera gran guerra que se da sólo entre Humanos y Orcos. Cuando las demás razas ven la destrucción que hacen los Orcos, es que se unen con los Humanos para evitar que todo se destruya. Sin embargo, en la película ya vemos que las razas están unidas y que hasta el logo de la Alianza ya está creado.

La mezcla que la película representa no es el problema, pero sí resulta una decepción porque el resultado pudo y debió ser mucho mejor. Desde el inicio del proyecto se dijo que la cinta iba a tener cambios en la historia, pero lo que se esperaba de estos cambios es que fueran para hacer la cinta épica, que te mantuviera al borde del asiento, que hiciera realidad el deseo de los jugadores al ver su juego favorito en pantalla, y al mismo tiempo sirviera para atraer a nuevos espectadores y posibles jugadores.

El resultado es una película entretenida por momentos, buena en sus actuaciones pero que se quedó corta en lo que se esperaba en pantalla, ya sea por la falta de pericia de Jones como guionista y director, ya sea porque Blizzard no se involucró más; el caso es que Warcraft queda a deber y, a pesar de su éxito en China, no asegura que se tenga una secuela.

Los invitamos a ver el tráiler,

WARCRAFT: El primer encuentro de dos mundos (Warcraft)

El pacífico reino de Azeroth se ve atacado por una invasión de orcos, quienes han dejado su destruido reino en búsqueda de uno nuevo por conquistar. Al abrirse un portal que conecta ambos mundos, un ejército se enfrentará a la destrucción, mientras que el otro a la extinción. Dos héroes, uno de cada bando, están a punto de chocar en un enfrentamiento que cambiará el destino de sus familias y pueblos. Así inicia una espectacular saga de poder y sacrificio, donde se conocerán las diferentes caras de la guerra, ya que cada uno luchará por defender a los suyos.

Director: Duncan Jones

Guión: Charles Leavitt /Duncan Jones

Basado en el videojuego Warcraft de Blizzard Entertainment

Con: Travis Fimmel, Paula Patton, Ben Foster, Dominic Cooper, Toby Kebbell, Ben Schnetzer, Robert Kazinsky, Daniel Wu

Distribuidor: Universal Pictures

Fecha de estreno: 10 junio 2016 (Estados Unidos) 16 junio 2016 (México)

País: Estados Unidos 2016

Duración: 123 minutos


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