Tenemos la Carne, el regreso del cine pánico

tenemos-la-carneTenemos la Carne, Opera Prima de Emiliano Rocha Minter, viene precedida por el escándalo de que durante su pase por SITGES – Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya la gente comenzó a abandonar la función, asumiéndose que fue por lo fuerte de sus imágenes y lo crudo de su contenido. Lo cierto es que tras verla en su estreno en México durante el Festival Internacional de Cine de Morelia 2016, uno puede preguntarse si simplemente la gente se salió al ver escenas provocadoras que ya han sido vistas en otras numerosas cintas y que al ser sumamente pretenciosa simplemente les fastidiaron ya que esperaban algo más.

Dos hermanos irrumpen en  un edificio que ha sido tomado por un indigente que poco a poco les lleva a su mundo de locura, arrastrándoles a una región llena de sexo, violencia y sumisión.

Tenemos la Carne es una cinta de anécdota mínima, ubicada en el México de hoy a pesar de que todos los que le reseñen se aferren a decir que es un mundo postapocaliptico, la cual se sostiene sobre todo por la extraordinaria actuación de Noé Hernández quien logra desprenderse de la contención ha tenido en su carrera para crear un ser enloquecido, lleno de filosofía y vida. Rodeándole tenemos una fotografía llena de vida de Yollótl Alvarado, quien se permite utilizar técnicas experimentales y  jugar con las texturas y colores.

Emiliano Rocha Minter no es contenido, es explosivo, es pretencioso, pero no del tipo que hace cine para iluminados y cercanos, lo hace para otro tipo de iluminados, su cine bebe directamente del cine pánico, del cine de Alejandro Jodorowsky, del cine de horror de José Mojica Marins, de Juan López Moctezuma. Su cine busca provocar, a veces de forma demasiado burda y obvia, otras de una forma demencial que nos hacen desear ver su siguiente trabajo. Su manejo de cámara es brutal por momentos, logra impresionar y emocionar al espectador, se quedan grabadas muchas secuencias, como aquella donde Noé toca un tambor de forma enloquecida que logra ser aún más por la dirección de cámaras; o que decir de la secuencia protagonizada por Gabino Rodríguez, quien en unos minutos nos recuerda lo gran actor es.

La película es cruda para muchos al mostrar de forma directa desnudos, relaciones sexuales y otros excesos, los cuales pueden parecer fuertes a los neófitos pero que aquellos que conocen del cine de excesos encontraran repetidos de otras fuentes, demasiado gratuito por momentos como es el cine de este tipo. Eso sí, con un cuidado estético que lo lleva a niveles más artísticos.

Tenemos la Carne es una experiencia vivencial, sensorial, no tiene congruencia por momentos y tampoco la busca, sólo desea provocar reacciones, ser catártica y ejercer como liberador de complejos y traumas en el espectador. Si bien no alcanza ser todo lo que pretende ser, no es tiempo perdido el verla, algo deja y sobre todo, nos recuerda que el cine puede ser sólo un vehículo para liberar y escandalizar.

Los invitamos a ver el tráiler.

Tenemos la Carne

Director: Emiliano Rocha Minter

Guión: Emiliano Rocha Minter

Con: María Évoli, Diego Gamaliel, Noé Noe?, Gabino Rodríguez

Distribuidor: Piano

Fecha de estreno: TBA

País: México 2016

Duración: 89 minutos


Imprimir   Correo electrónico