Bailarina es una cinta franco-canadiense que nos lleva a conocer la historia de Felicie, una huérfana que sueña con convertirse en bailarina de ballet; a pesar de su condición y de que todo parece lejano, ella y su amigo; Víctor, se lanzan a una aventura para hacer sus sueños realidad.
Con una animación menor a lo que estamos acostumbrados por parte de Laika o Disney, Bailarina es una cinta fuertemente enfocada al público infantil femenino debido a que el personaje de Víctor es un papel incidental y que sólo funciona como el compañero de la protagonista.
Felicie muestra a una joven independiente, llena de energía y que hace de su mundo completo la danza, no sólo porque tiene la capacidad de realizar todos los movimientos sino porque tiene la pasión, detalle que no todas las bailarinas cuentan.
En lo que respecta al doblaje en español se cuenta con las voces de Mía Rubín Legarreta, Nina Rubín Legarreta y Andrea Legarreta. El doblaje queda con las personalidades de los personajes y aunque por momentos tenemos personajes sumamente exagerados, que rayan en lo ridículo, la cinta divierte y es un gran incentivo para acercar a las niñas al ballet.
Bailarina sigue la fórmula de este tipo de cintas y por lo mismo está llena de clichés, pero que para las pequeñas funcionará tanto por la música moderna como por las escenas de baile que harán soñar a las pequeñas poder bailar así.
Para los adultos es posible que haya un poco de humor involuntario (por causa del doblaje) cuando Felicie habla con Camille, la mujer que se convierte en su maestra y que no puede caminar bien por un accidente, debido a que los términos y el tono en el que se refiere a ella las primeras veces recuerda a una famosa frase de telenovela; aunque en este caso es completamente inocuo.
La cinta es divertida (si se deja a un lado lo predecible de la historia), tiene un mensaje positivo sobre competir de manera justa, ser siempre amable y, sobretodo, siempre seguir tus sueños y hacer todo lo posible por lograrlos aunque todo parezca imposible.