Una pasión discreta (A Quiet Passion), del connotado esteta Terence Davies, es el filme con el que ha inaugurado el FICUNAM 2017. Discreta no fue la pasión de Emily Dickinson por la literatura: insegura de su oficio y nada halagada por su familia, la confrontación nocturna que la poeta americana llevaba a diario con su lenguaje forjaba siempre una poesía enorme de belleza contestataria siempre en diálogo con la naturaleza, su soledad acompañada y lo que ella definía como La Eternidad.
Pero la confrontación de la Dickinson se extiende hacia los engaños y las decepciones que ella percibe en su familia incapaz de cuestionar como ella los preceptos religiosos que avalan la misoginia y la ignorancia; en el amor, que ella ve como algo para vivirse a través de la traición hacia uno mismo y hacia el otro en las formas más retorcidas de infidelidad; en la hipocresía como forma de vida a la que se ven sometidas las mujeres inteligentes; y en su propio cuerpo que acaba por traicionarla –también- a una temprana edad. Dedicada a forjar sus escritos, acaba cada vez más sola y finalmente negada a salir de su cuarto ni a hacer vida social alguna. Años después, la historiadora de arte Camille Paglia habría de nombrarla una Sade de la poesía bucólica americana.
Formalmente Una pasión discreta es irreprochable: Davies es un esteta clásico y uno de los mejores cineastas de la actualidad cuyos filmes hemos podido ver a través de la Muestra Internacional de Cine (Voces Distantes Aún Vivas), el extinto FICCO (Of time and the city) y otras retrospectivas de cine inglés (The Neon Bible, The Deep Blue Sea), además de un memorable paso por la cartelera comercial con su admirable adaptación al libro de Edith Wharton: La casa de la Alegría, protagonizado por Gillian Anderson.
¿Algunas de sus claves como realizador? Entre las más destacadas y constantes: piezas musicales que ayudan a narrar por oposición o de manera irónica planos secuencias formidables, travellings tersos sobre espacios que evocan y narran las intimidades del personaje, guiones con diálogos irónicos dominados por la poesía; y, –a partir de su éxito en Cannes- una fascinación por llevar estupendas actrices de raigambre popular como protagonistas: Rachel Weisz, Gena Rowlands, la mencionada Anderson y en este caso, la actriz que debutó en el Amadeus, de Milos Forman, vuelta estrella mundial tras su ya sempiterno rol como Miranda Hobbs en la serie Sex and The City.
Nada que ver con lo que acostumbra a mostrar el FICUNAM, pero si quiere ver una obra clásica de virtuoso nivel estilístico, esta es su película. Para algo más arriesgado, revise en la cartelera del evento los filmes de países que no acostumbran a llegar a nuestro país y aquellos que no tienen ya distribución comercial.
Los invitamos a ver el tráiler.
Una pasión discreta (A Quiet Passion)
¿Quién fue Emily Dickinson? ¿Quién se escondía detrás de la poetisa que paso la mayor parte de su vida en casa de sus padres en Amherst, Massachusetts? La mansión en la que vivió sirve de telón de fondo al retrato de una mujer nada convencional de la que se sabe muy poco. Nacida en 1803, fue considerada una niña con talento, pero un trauma emocional la obligó a dejar los estudios. A partir de ese momento, se retiró de la sociedad y empezó a escribir poemas. A pesar de su vida solitaria, su obra transporta a sus lectores a su apasionante mundo. La historia de la poeta estadounidense Emily Dickinson, desde su infancia hasta convertirse en la famosa artista que conocemos.
Director: Terence Davies
Guión: Terence Davies
Con: Cynthia Nixon, Jennifer Ehle, Duncan Duff, Emma Bell, Keith Carradine
Fotografía: Florian Hoffmeister
Estudio: Hurricane Films / Gibson & MacLeod Indomitable Entertainment / WeatherVane Productions / Potemkino
Fecha de estreno: 07 abril 2017 (Reino Unido)
País: Reino Unido 2016
Duración: 125 minutos