“Moronga”, como los tacos, o amas su sabor o lo odias

Moronga”: Tripa de cerdo rellena con sangre de combinada con especias y condimentos, de sabor muy peculiar que no a todos los paladares les resulta agradable. Un título perfecto para la Opera Prima de John Dickie, una cinta excesiva, alucinante, una rareza en el cine mexicano, de esas películas que siempre resulta más importante tener que no tenerlas, una cinta donde lo único parece hace falta es el espectador se encuentre bajo el estado de alguna sustancia y así compartir el viaje de su protagonista.

Peluco es un gringo que vive en Oaxaca, estamos en 2006 y las calles de la ciudad se encuentran en lucha eterna entre el gobierno y una sociedad harta de todo. Cuando aparece muerto un travesti y éste es considerado el principal sospechoso, las cosas se pondrán muy raras y peligrosas.

Pocas veces el cine mexicano se arriesga como lo hace con “Moronga”, una cinta que rompe de inmediato con lo que estamos habituados a ver dentro de nuestras salas, no es una película realista, pero no por ello deja de tocar temas de actualidad, de ser cruda, violenta, de poner el dedo en la llaga de lo que ocurre en el país.

Dirigida por John Dickie, la cinta es una declaración amor-odio a Oaxaca, tan intenso que es genuino, sin hipocresías, sin miedos a tratar de quedar bien o mal, sólo mostrando una ciudad tan surreal que no puede más que ser real, con marchas, bloqueos, fiestas, paranoia, religiones y sueños. Tan entrañable con sus contradicciones, tan amada, tan odiada.

La cinta es protagonizada por Kristyan Ferrer, quien se roba la cinta con el papel de un travesti que vive el día a día en medio de la represión política, social, su representación de la Marilyn Monroe oaxaqueña es encantadora, en el borde de lo sublime y lo ridículo. Acompañandole tenemos como el gringo loco a Matt O'Leary, desquiciado y vibrante, pero es Eivaut Rischen con su breve aparición como un mormón quien cosecha buenas impresiones. En papeles relevantes tenemos a José Sefami y a Norma Angélica, quienes llenan la pantalla y nos adentran a una realidad que se quiere muchas veces negar.

Moronga” encuentra su riqueza en su puesta visual, en la manera retrata la realidad, con un claro tono a lo “Fear and Loathing in Las Vegas” de Terry Gilliam, con esa sensación de paranoia provocada por un mal viaje de ácido, es esa comedia negra, negrísima, que funciona como buen polo a la crudeza de la realidad de la zona, es ese humor irreverente que puede provocar los millennials y los políticamente correcto odien lo que pase, aún en su realidad la cinta no deja de ser algo surreal, con un mágico momento donde se rompe la cuarta pared y nos vuela cabeza con su aseveración.

Moronga” es una cinta obligada para todos aquellos se quejan que el cine mexicano sólo son comedias románticas, para los que creen todo es porno miseria, para los que odian el cine contemplativo, para aquellos que buscan opciones diferentes, para los que les gusta arriesgar, eso sí, sólo toman la cinta con precaución, al igual que la moronga, no es para todos los gustos, no es para todos, y como el comerse un taquito sangriento, es un sabor que se disfruta con el paso del mismo, con el desear aceptar lo diferente. "Moronga" es un pinche alucine bien chingón en resumen.

La cinta fue exhibida durante el Festival Internacional de Cine de Guanajuato y formó parte de Feratum donde se alzó con diversos premios.

Moronga

Director: John Dickie

Guión: Jonathan Barbieri /John Dickie

Con: Kristyan Ferrer, Matt O'Leary, Eivaut Rischen, Norma Angélica, José Sefami

Música: Steven Brown

Fotografía: Juan Pablo Ramírez

Compañía Productora: Elite Studios / Hydra Media / Black Pudding Films / Brossmarq

Distribuidor: TBA

Fecha de estreno: TBA

País: México 2017

Duración: 99 minutos


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