“Oppenheimer” incendiando el mundo por la ciencia

Cuando en las primeras imágenes de “Oppenheimer” atestiguamos en pantalla como se mezclan en la mente del personaje principal las ideas, las partículas, los pensamientos, de inmediato sabemos que no estamos ante el típico biopic hollywoodense, y conforme avanza la cinta, el gran rompecabezas visual que Christopher Nolan ha creado, nos deja claro que estamos ante una de las cintas más importantes de este año y, uno de los puntos más altos de la carrera del director.

Oppenheimer es reclutado por el gobierno norteamericano para comandar el Proyecto Manharttan, el encargado de crear la primera bomba atómica de ese país. Años después será sometido al escarnio por su pasado, pensamientos políticos y sociales.

Christopher Nolan regresa a los terrenos de la ciencia seria con su doceava cinta, tras el divertimento que fue “Tenet”, logrando algo que podría resultar casi imposible para manos con menos pericia que la suya, el hacer que una trama que descansa casi todo el tiempo en la lucha de ideas científicas, con hechos ya conocidos al cansancio, en una apasionante cinta sobre la creación, la destrucción y no sólo por el arma creada, sino por la forma en que la intolerancia y deseos de segregar todo aquello que piensa distinto a los fascistas con poder, es aplicada.

Nolan juega en esta ocasión con una cámara que pocas veces se siente quieta, siempre en movimiento, en ocasiones ligero casi imperceptible, en otras vibrando con mayor intensidad, recordándonos el comportamiento de los átomos, saltando del blanco y negro al color sin aparente motivo hasta que esto cobra relevancia en la narrativa. Su edición es vertiginosa, su ritmo pasa del frenesí a la calma casi absoluta, se toma el tiempo para presentar a su personaje y lo que le rodea, sin prisas. Visualmente puede ser el mejor trabajo del director, lo que ya es mucho decir si vemos las cosas ha hecho antes.

La cinta es acompañada por un score perfecto de Ludwig Göransson quien logra acentuar las sensaciones de lo que vemos en pantalla, lo que es muy importante ya que “Oppenhimer" es un trabajo sensitivo, donde se debe sentir más que analizar lo que se va viendo. Para ello también es importante el trabajo del departamento de sonido, el cual crea uno de los mejores del año y que recuerda que hoy en día, las salas de cine pueden proporcionar una experiencia inmersiva, lo que en formatos caseros puede perderse, y llevar al espectador al centro de lo que sucede.

Filmada con cámaras IMAX y con el uso mínimo de efectos generados por computadora, “Oppenheimer” es un manjar visual, donde el director continúa su exploración de esta tecnología, aprovechando y explotando sus características. Es llamativo que por momentos la película muestra una gran influencia de “JFK” de Oliver Stone, no sólo por su relato fragmentado o las secuencias de color y blanco y negro, sino en el manejo del ritmo, de la tensión. Hay que mencionar que el blanco y negro no es algo sólo estilístico, nos muestra dos visiones del mundo su uso, uno donde las personas no pueden ver al mundo en su complejidad y todo es de un color u otro, sin matices, mientras hay gente que si entiende el mundo en su complejidad y percibe todos los “colores”, posturas y avances.

La cinta es protagonizada por un correcto Cillian Murphy quien da vida a Julius Robert Oppenheimer, si bien su rostro parece no expresar demasiado, su mirada, sus ligeros temblores en mejillas, manos, todo nos lleva a comprender los sentimientos del científico. A su lado destaca Robert Downey Jr. quien regresa al drama con una de las mejores actuaciones de su carrera como Lewis Strauss, quien tuvo una gran influencia en la carrera, ascenso y descenso del protagonista. Como la pareja de Oppenheimer, Emily Blunt nos brinda una sentida y afectada actuación donde la fuerza del personaje sobresale, y, como la amante, Florence Pugh exuda sensualidad, pasión y una fragilidad que toca todo lo que le rodea.

Pero a la par de los anteriores, “Oppenheimer” cuenta con uno de los mejores repartos de la actualidad y, a diferencia de las pasadas cintas de Wes Anderson, donde todos están completamente aprovechados: Matt Damon, Josh Hartnett, Casey Affleck, Kenneth Branagh, Benny Safdie, Matthew Modine, Tom Conti, James D'Arcy, Gary Oldman y Rami Malek son algunos de ellos. Resulta impresionante ver a tantas figuras en papeles menores y que, sin embargo, logran ser memorables en pantalla.

Si bien la cinta podría girar alrededor de la explosión de la bomba atómica, de su primer ensayo o de su presentación al mundo, en realidad no es su eje, el principal punto en que gira es, en una extraordinaria muestra de momentos paralelos, aunque no simultáneos, de la forma en que los que ostentan el poder manipulan y utilizan para sus fines a la gente, desechándoles cuando ya no pueden exprimirles más. Otro de sus elementos importantes es que muestra lo complejas son las personas, de que todos somos buenos y malos dependiendo del lado nos toca estar, de cómo hay cosas más importantes que los dramas personales.

Nolan realiza un paralelismo entre la historia de Prometeo, quien robó el fuego a los dioses para darlo a los humanos y la creación de la bomba atómica, llegando al punto de mostrar que, al igual que el personaje mitológico, Oppenheimer también fue encadenado y condenado a ser devorado por las aves carroñeras. Y aprovecha todo el contexto de la guerra fría para realizar una de las mejores cintas antibélicas de los últimos años, una donde nunca vemos en pantalla los estragos que causan, aunque sabemos sus consecuencias, pero que nos deja claro que el mundo está expuesto a arder en un simple tronar de dedos.

Oppenheimer” es una de las mejores cintas del año, del director, una que debe apreciarse tal y cómo su realizador pensó, en una pantalla IMAX para ser atrapado por la experiencia inmersiva esta proporciona, para ser golpeado (literalmente) por el sonido, para vivir la tensión de forma debida. Si bien muchos querrán esperar a verle en casas o celulares porque ya han perdido la capacidad de ir al cine a ver una película de tres horas de duración, para aquellos que sí aman el cine y la experiencia, esta es la que no querrán perderse en la forma correcta. Y no, no por ser una cinta de carácter histórico significa debe ser solemne o aburrida, hay mucha risa, hay mucha emoción, hay sexo en pantalla. Es la película a ver.

Los invitamos a ver el tráiler.

Oppenheimer

Director: Christopher Nolan

Guión: Christopher Nolan

Basado en la novela “American Prometheus” de Kai Bird / Martin J. Sherwin

Con: Cillian Murphy, Emily Blunt, Matt Damon, Robert Downey Jr., Florence Pugh, Josh Hartnett, Casey Affleck, Rami Malek, Kenneth Branagh, Gary Oldman, Jason Clarke

Distribuidor: Universal Pictures

Fecha de estreno: 20 julio 2023 (México) 21 julio 2023 (Estados Unidos)

País: Estados Unidos /Reino Unido 2023

Duración: 180 minutos


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