“Venganza Silenciosa” un desastrozo retorno de John Woo

El hongkonés John Woo ha dejado su huella en el cine de acción, sin duda. Desde sus inicios con la constante colaboración del actor Chow Yun-Fat (El Tigre y el Dragón, 2000) para crear épicas del género como “Hard Boiled” (1992), “A Better Tomorrow” (1986) o “The Killer” (1989), hasta el inevitable salto a Hollywood que dio el originario de Cantón donde creó historias memorables por sus secuencias como “Contracara” (1997), “Operación Cacería” (1993) y “Misión Imposible 2” (2000), teniendo como aliados a personalidades de la talla de Nicolas Cage, Jean Claude Van Damme y Tom Cruise, el cineasta asiático siempre ha propuesto una estética distintiva.

Después de un largo descanso, Woo vuelve al cine hollywoodense con “Venganza Silenciosa” (Silent Night), tomando como protagonista a Joel Kinnaman en un relato de ajuste de cuentas clásico que remite a obras pasadas como “Sentenciado a Morir” (Wan, 2007) o “Matar o Morir” (Morel, 2018), donde un padre de familia queda mudo al sobrevivir a una balacera desatada por pandillas sin ley que parecen ser dueños de la ciudad. Pero es la muerte de su hijo lo que lo marca para siempre, desatando un deseo de vindicta donde la brújula moral y la violencia caminan la misma delgada línea.

La idea, escrita por el guionista Robert Archer Lynn y producida por las personas detrás de la saga de John Wick, resulta interesante al poner el centro de atención en Godlock (Kinnaman), este padre desconsolado, dolido y silencioso que no puede desahogar de ninguna forma esa ira contenida, ni siquiera a gritos. Este aspecto es por demás interesante ante la figura de otros vengadores anónimos de la sociedad que al ejecutar su venganza, eran bastante expresivos o secos, tomando elementos al estilo de Charles Bronson en la franquicia de “El Vengador Anónimo” (Winner, 1974).

Sin embargo, el desarrollo de la historia va matando las buenas intenciones de la cinta de acción, creando un letargo en el primer acto que va desgastando poco a poco la interesante idea de la venganza silenciosa. Es en medio de esa ausencia de sonido que Kinnaman intenta dotar a Godlock de una expresividad impactante que nos ayude a sobrellevar la constante repetición de actos o las alargadas secuencias de vigilancia y preparación física que vive, dejando el dinamismo propuesto por un mejor montaje de lado, alargando innecesariamente la trama.

A pesar de ello, los guiños al estilo de Woo persisten. Claro que está la clara alusión a las palomas blancas de una manera hasta cómica, así como el uso de las aves o incluso del slow motion como recurso de impacto en ciertas secuencias de acción que brinda reminiscentes de aquel realizador que, sin importar el absurdo de sus premisas, podía hacer algo por demás entretenido, cargado de una adrenalina incesante y un ritmo vertiginoso que, en esta ocasión, es casi inexistente. Esto hace que el arco del personaje se convierta en un factor plano e intrascendente.

Ni qué decir de los personajes secundarios, quienes aparecen como mero adorno para la supuesta brutalidad que John Woo debía mostrar en este filme. La aparición de Kid CUdi como un agente de la policía que no sabe hacer para nada su labor de investigación es plana, sin sentido y como mero pretexto para aplicar un clásico deus ex machina hacia el acto final del filme. Ni qué decir del mexicano Harold Torres, que en una versión muy bizarra de Tony Montana simplemente es malo porque si, no tiene una justificación detrás, no hay un trasfondo, nada. Simplemente es el típico estereotípico pandillero mexa que surte a todos de drogas y ya. Claro está que, como líder de esa banda, es él el objeto de la venganza, pero la complejidad de los personajes se diluye hasta no quedar rastro alguno, si es que alguna vez existió, de ello.

Hablando de México, la CDMX funge como un personaje desaprovechado en el que la acción sucede, especialmente en la noche climática del filme. Ahí se pueden apreciar ciertas calles o colonias que, posiblemente, ni las pandillas más temidas querrían transitar, o tal vez ya lo hagan.  Aunque Woo crea secuencias de persecución efectivas, aunque sean a cuentagotas, este elemento de ciudad basura por el día y de cueva infernal de noche acaba por palidecer ante una historia que tampoco aprovecha el factor navideño que la rodea.

Aunque hay secuencias de acción bien montadas, pareciera que la frescura de John Woo se pierde en medio del intento de hacer de Godlock y su tragedia vengativa una especie de “John Wick” o “Nadie” sin necesitar de ello. Tristemente, muchas de las secuencias que valen la pena son quemadas en un trailer que resulta ser lo más emocionante del filme. A esto se le suma un severo sentido de burla involuntaria donde por momentos la brutal violencia realista choca con la cursilería o incluso con la exageración ochentera de este género, terminando por aburrir más que entretener a su audiencia.

Así, “Venganza Silenciosa” pudo ser el gran regreso a su forma del buen artista hongkonés pero debido a un guion flojo y derivativo que no sabe mantener su propio tono, las buenas intenciones de este padre en busca de justicia se quedan extintas, dejándolas justamente en un silencio mortal donde, tristemente, ni la reflexión ante el dilema de tomar justicia por propia mano ante la falta de la misma por las autoridades o la cuestión moral del asesinato son siquiera puestas a reflexión sacrificadas ante los estereotipos de las pandillas en aras de una cinta típica de acción que se queda muy lejos de cumplir su vendetta.

Venganza Silenciosa” (Silent Night)

El cuento de venganza de un padre atormentado que atestigua la muerte de su hijo cuando queda atrapado en fuego cruzado durante la víspera de Navidad. Mientras se recupera de una herida que lo dejó mudo, decide que la venganza será su nueva forma de vida y se entrena para vengar la muerte de su hijo.

Director: John Woo

Guión: Robert Archer Lynn

Con: Joel Kinnaman, Scott Mescudi, Harold Torres, Catalina Sandino Moreno

Distribuidor: Corazón Films

Fecha de estreno: 01 diciembre 2023 (Estados Unidos) 8 diciembre 2023 (México)

País: Estados Unidos 2023

Duración: 104 minutos


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