Podemos afirmarlo sin temor a equivocarnos que Ridley Scott es uno de los directores que mejor saben sacar provecho a la imagenería bélica, su gran capacidad de crear situaciones épicas de batalla en pantalla es impresionante, así como su capacidad de transmitir la lucha de los individuos contra su destino, afectando emocionalmente al espectador, le hacen un visionario. Desafortunadamente, no todo sale como espera, tal y como lo demostró el fracaso monumental de “Napoleón” (2023) y, ahora, la tardía secuela de “Gladiador” (2000), la cual a pesar de estar lejos de la original, no es un desastre total, aunque casi lo es.
Han pasado dos décadas de la muerte de Maximus Decimus Meridius, su hijo vive en África pero a ambición de Roma lleva a sus tropas a conquistar esas tierras, matar a su esposa y apresarlo a él, quien se ve forzado a convertirse en un gladiador para sobrevivir, pero esto lo lleva a reencontrar su pasado y luchar por la Roma su abuelo soñaba.
“Gladiador II” (Gladiator II) cumple con las reglas de las secuelas, lo que vemos en pantalla es mucho más grande que su antecesora, lo que le hace caer en algunas cosas que rayan lo ridículo aunque históricamente puedan ser plausibles, como la lucha con rinocerontes en el coliseo y, sobre todo, la naumaquia, que para muchos podrá parecer inverosímil por completo pero que existe registros de que en efecto, se llegaron a desarrollar batallas acuáticas en el lugar.
Ridley Scott pasea cómodamente su mirada en los terrenos de lo épico, mostrando su gran capacidad para capturar la emoción de lo que ocurre, desafortunadamente, muchas parte de la cinta se siente aletargadas, sin un sentido real más que el de proveer metraje al proyecto, sobre todo en su segundo tercio, donde por momentos puede aburrir al espectador y perderlo, afortunadamente, un gran tercer acto permite que la emoción se recupere.
La cinta es protagonizada por Paul Mescal, de quien debo reconocer no me transmite nada, ni en este ni en ninguno de sus trabajos anteriores, un papel que le queda demasiado grande para los zapatos se supone debe llenar, sin poder dar la fuerza o entusiasmo se requiere, a pesar de ser de los consentidos del nuevo Hollywood. A su lado Pedro Pascal se pasea, como lo hace habitualmente, esperando el momento adecuado para morir y dejar una huella en el protagonista. Quien se roba la película por completo es Denzel Washington, como un amoral político (si se es un pleonasmo) que no se detendrá ante nada para cumplir sus propósitos de fama y poder, su papel resulta tan seductor como repudiable en pantalla, brindando uno de sus mejores papeles de los últimos años.
A diferencia de “Napoleón”, el realizador se nota en dominio de su película, logrando un trabajo que sin ser perfecto se disfruta, sobre todo en su inicio y final, creando un espectáculo visual absurdo por momentos pero lleno de vitalidad, eso sí, se debe entender no es un documental o una recreación histórica, es una cinta de ficción cuyo fin es entretener y no en algo más.
A “Gladiador II” le pesa el nombre, las expectativas que genera al venderse como la secuela del clásico hace que lo que pasa en la cinta se sienta forzado por momentos, con una gran necesidad de valorarse ante los ojos de los espectadores, de demostrar es una secuela digna en lugar de mostrar puede existir sin mayor motivo que su propia existencia. Y es que si no fuera por ello podría resultar más interesante, sacando de la ecuación toda referencia a “Gladiador” podría unirse a ella y a “Kingdom of Heaven” (2005) en espíritu.
Loa invitamos a ver el tráiler.
“Gladiador II” (Gladiator II)
Dirección: Ridley Scott
Guión: David Scarpa
Con: Paul Mescal, Pedro Pascal, Joseph Quinn, Fred Hechinger, Lior Raz, Derek Jacobi, Connie Nielsen, Denzel Washington
Distribuidor: Paramount Pictures
Fecha de estreno: 14 noviembre 2024 (México) 15 noviembre 2024 (Reino Unido)
País: Reino Unido / Estados Unidos 2024
Duración: 148 minutos