Uno de los géneros clave dentro de la filmografía del cine mexicano es el melodrama, México logro grandes películas en el siglo XX en ello, abandonándole a partir de la década de 1990 y marcándole como si fuera una mala nota y buscando alejarse de él, quizá debido a lo complejo que es manejarlo de forma correcta y no caer en uno de sus extremos y hacer una cinta ridícula o ramplona, es por eso que resulta sumamente sorpresivo el nuevo trabajo de Isaac Cherem, “Déjame Estar Contigo”, que se inscribe dentro de los grandes trabajos mexicanos del género.
Bruno es deportado a México lugar donde comienza a trabajar en un call center para sobrevivir, en una de las llamadas realiza conoce a Lucía, con quien entabla una inusitada amistad. Cuando por fin logran conocerse pronto inician una relación romántica que parece funcionar de forma perfecta, pero ella sufre una enfermedad terminal que podría estropearlo todo.
Isaac Cherem nos había sorprendido con su Opera Prima, “Leona”, la cual mostraba la lucha de una chica judía en su comunidad intentando romper con las tradiciones que imperan en ella, y ahora, con su segundo largometraje nos lleva a un melodrama que a pesar de que tiene una corta duración, deja un dolor entrañable en el espectador por varios días. Una cinta donde el realizador confirma su ojo para el ritmo, elección de actores y locaciones, así como su inventiva para colocar la cámara en los lugares precisos para enmarcar la historia de la mejor forma.
La cinta es protagonizada por Andrea Sutton, quien ya había destacado en “Todas las Pecas del Mundo” (Asuad. 2019) y que ahora, al tener el coprotagonico, sigue demostrando que tiene un gran futuro en las pantallas mexicanas si continua escogiendo bien sus proyectos. A su lado destaca el debutante Aksel Gómez, quien tiene el carisma necesario para sacar adelante a su personaje, dotándole además de un interesante background que no necesita mostrarse en pantalla para nutrir su interpretación. Hay que destacar la presencia de Regina Blandón, quien sale de su zona de confort para darnos un entrañable personaje.
“Déjame Estar Contigo” es una puesta al día de la entrañable “Love Story” (Hiller, 1970) con la buena fortuna de traer la premisa al México actual, poniendo como telón de fondo la situación de aquellos mexicanos que enfrentan la deportación de Estados Unidos tras haber vivido toda la vida en ese país, teniendo que enfrentar una ciudad desconocida y que puede ser aterradora mientras en el camino encuentran nuevas amistades y motivaciones. Que la cinta estrene precisamente bajo la coyuntura política que ha dejado la postura de Donald Trump al entrar en funciones como presidente de los Estados Unidos, sólo deja en claro lo importante de ese trasfondo.
Uno de los aspectos más importantes de la película es la química de sus protagonistas, la forma en que ambos terminan confiando en el otro, en la manera en que ella lo guía a través de la ciudad, mostrándole no sólo lugares importantes como Ciudad Universitaria, sino dándole lecciones básicas (cuando ella imita el sonido de la alerta sísmica para indicarle que eso es señal para correr es uno de esos grandes momentos) de cómo sobrevivir en esta ciudad.
“Déjame Estar Contigo” es un gran melodrama, que nos recuerda que este menospreciado género puede continuar vigente en las manos adecuadas, tanto en la parte técnica como en la de actuación, una cinta emotiva, que lo mismo provoca la risa que el llanto, que logra balancearse perfectamente entre las emociones y que, además, muestra una variante sobre la lucha que enfrentan los migrantes cuando son deportados. Una de las cintas mexicanas importantes e interesantes del 2025.
Los invitamos a ver el tráiler y una entrevista con el director y coprotagonista, Aksel Gómez.
“Déjame Estar Contigo”
Dirección: Isaac Cherem
Guión: Fernanda Eguiarte
Con: Andrea Sutton, Aksel Gómez
Distribuidor: Videocine
Fecha de estreno: 30 enero 2025
País: México 2025
Duración: 80 minutos