En 1991 Billy Joel visitó por primera vez el país, en ese año yo iba en la secundaria aún pero me resultaba importante que estuviera, por esos años yo me sabia del derecho y revés los discos de “Greatest Hits” debido a que tenían la letra de las canciones y que ellas me parecía fascinantes, llenas de vida, de magia, de referencias al cine y a la historia. Obviamente ya tenia el “Storm Front” en cassette y soñaba con conseguir la letra de “We didn’t star the fire” para aprenderme ese eterno trabalenguas de nombres y sucesos históricos. Por cuestiones económicas fue imposible acudir, al igual que cuando en 2007 regresó al Foro Sol. Tras ver que no sacaba nuevos discos, el soñar en verle en México era una idea lejana y poco creíble, por lo que saber estaría el 06 de marzo en el Foro Sol, de nuevo, y poder conseguir boletos, hizo que se pactara una cita con las emociones.
Sin teloneros, con un escenario increíblemente bajo que dificultaba a la gente en la zona de cacha del lugar, el apreciar correctamente a los músicos, el concierto inició poco antes de las 21:30, cuando parte de las luces del lugar se apagaron y comenzó a sonar por las bocinas el tema de créditos de la cinta “El Mejor” (The Natural, Levinson 1984) compuesto por Randy Newman, el cual dio paso a la primera sorpresa de la noche, Billy Joel al piano comenzó una energética y brutal versión de “Big Shot”, la cual dio paso a “Pressure” y “The Entertainer”, las cuales fueron recibidas por aquellos que han seguido al músico con regocijo, incredulidad, fascinación.
“Honesty” fue el primer gran coro de la noche, parecía todos concordábamos que en eso de que “Honesty is such a lonely word, everyone is so untrue… Honesty is hardly ever heard and mostly what I need from you” (Honestidad, es una palabra tan solitaria, todos parecen ser tan falsos… Honestidad es difícil de escuchar y es lo que necesito de ti). “Don’t Ask Me Why” nos dejo admirar en pantallas el talento de Joel al piano, esa conexión que nos puede llevar a bailar o relajar con el talento tiene. Y tras ella otro gran clásico, “The Stranger” la cual llego con una variación que incluyó “Tequila” (aunque no en versión karaoke).
Billy Joel busca involucrar a las audiencias en las decisiones de setlist de la noche, haciendo elijan entre dos temas, siendo esta noche los primeros (y únicos en ser votados) “Just the Way You Are” y “Vienna”, los que tuvieron que ser interpretados uno tras otro al decretarse un empate y que le dejo claro al músico que la gente no iba dispuesta a dejar un solo tema fuera. Tras ellos llego “Zanzibar” y dos de los momentos que muchos deseábamos y esperábamos, “Say Goodbye to Hollywood” y “New York State of Mind”, momentos de tranquilidad para llegar al pueblo perdido de “Allentown” y reconocer que cuando se debe uno largar de un lugar, lo correcto es moverse, “Movin' Out (Anthony's Song)”.
Y luego “I Go To Extremes”, tema donde el compositor nos recuerda que ha debido lidiar con su conducta errática, un tema que los maniaco depresivos hemos adoptado como un himno y que al sonar hizo que más de uno la gritara con la rabia, la alegría, la tristeza, la emoción le produce la letra, sobre todo su primera parte “Call me a joker, call me a fool. right at this moment I'm totally cool. Clear as a crystal, sharp as a knife, I feel like I'm in the prime of my life… Sometimes it feels like I'm going too fast, I don't know how long this feeling will last, maybe it's only tonight. Darling I don't know why I go to extremes… Too high or too low there ain't no in-betweens and if I stand or I fall, it's all or nothing at all, darling I don't know why I go to extremes” (Dime payaso, dime tonto, en este momento estoy bien. Claro como el cristal, afilado como un cuchillo, siento que estoy en el mejor momento de mi vida… A veces siento voy muy rápido, no se cuanto pueda durar este sentimiento, quizá sólo esta noche. Cariño, no se por qué me voy a los extremos… demasiado elevado o decaído, no hay puntos medios, y si me sostengo o caigo, al final de cuentas es el todo o nada, cariño, no se por qué me voy a los extremos).
Y para reflexionar lo anterior seguimos con una soñadora versión de “She's Always a Woman”, a la que siguió “My Life”, la cual arrancó con Joel jugando con la audiencia, llevándonos a cantar y realizar la coreografía de “YMCA” y a escuchar “El Jarabe tapatío”. Y si la emoción no era suficiente, fuimos golpeados por “Sometimes a Fantasy”, “Only the Good Die Young” y “The River of Dreams” que incluyó un fragmento de “(Love Is Like a) Heat Wave” de Martha Reeves and the Vandellas.
Tras ello Michael DelGuidice tomó el microfono para que Billy se concentrara a tocar al piano “Nessun dorma” de Puccini y dar paso a “Scenes From an Italian Restaurant” para recordarnos la trágica historia de amor entre Brenda y Eddie quienes nunca tuvieron una oportunidad de triunfar juntos y que al final tuvieron que dividirse hasta a los amigos. Y si, con ella llegó el final del concierto con “Piano Man”, una versión que hizo todos se emocionaran desde que Joel se pusiera la armónica en la boca y nos llevara a esos bares neoyorquinos. Y la cara de éste cuando la gente hizo el coro final, en solitario como suele suceder, es una de las imágenes que jamás se olvidarán.
El encore dio inicio con “We Didn't Start the Fire” una versión más apegada a la grabación de estudio que a las versiones ligeramente más calmadas que suele interpretar en vivo, en lo personal esperar más de 30 años para poder acompañar con todos los nombres y escenas históricas a Billy Joel fue cerrar un ciclo inmenso, fue amar con todo ese momento, fue recitar todo lo nombrado sin fallar. Y reconocer que si bien, él no empezó el fuego, si ha mantenido la llama avivada de amor al rock. La euforia dejada por el tema dio paso a lo que quizá fue el mejor momento de la noche, “Uptown Girl” sonó y nos recordó el tema en México fue un hit y que a pesar de negarlo todos nos moríamos de ganas por cantarle a esa chica de clase alta que la adorábamos.
El cierre se dio con dos clásicos más, “It's Still Rock and Roll to Me” y "You May Be Right” que incluyó un fragmento de “Rock and Roll” de Led Zeppelin, cantado de nuevo por Mike DelGuidice.
Y así, tras casi 140 minutos, Billy Joel se despedía de su público mexicano, con lo que se dice será su última visita al país, con una noche hecha para complacer a los seguidores eternos del cantante. Y para mí, una de las mejores noches de mi vida.
Larga vida al rock y que su llama no se apague.
SETLIST
The Natural (The End Title)
Big Shot
Pressure
The Entertainer
Honesty
Don't Ask Me Why
The Stranger (Con “Tequila”)
Just the Way You Are
Vienna
Zanzibar
Say Goodbye to Hollywood
New York State of Mind
Allentown
Movin' Out (Anthony's Song)
I Go To Extremes
She's Always a Woman
My Life (con “El Jarabe tapatío” y “YMCA”)
Sometimes a Fantasy
Only the Good Die Young
The River of Dreams (con “(Love Is Like a) Heat Wave”)
Nessun dorma
Piano Man
Encore:
We Didn't Start the Fire
Uptown Girl
It's Still Rock and Roll to Me
You May Be Right (con “Rock and Roll”)