Noah Baumbach explora el significado de la vida y el arte en Jay Kelly

Noah Baumbach está de vuelta con una comedia sensible, inteligente e introspectiva titulada Jay Kelly, donde se acompaña del carismático George Clooney y el sorprendente Adam Sandler para hablar de la crisis existencial que le da a este famoso actor veterano que lo hace pensar sobre el significado de su vida, su carrera y el arte al más puro estilo del maestro Fellini. En CineNT hablamos con el también guionista sobre este proyecto que estará ya disponible en Netflix el día 5 de diciembre.

“Si haces un filme sobre alguien que está en un viaje tanto externo e interno, 8 ½ [Fellini, 1963] es un buen ejemplo de eso. Creo que muchas de ellas me encantan, porque hablan sobre gente creativa y a menudo nos metemos dentro de sus mentes y volvemos a sus vidas y su presente. Junto a Fellini, está All That Jazz [Bob Fosse, 1979] y Sullivan's Travels [Preston Sturgess, 1941] o el cine de Preston Sturgess y Fresas Salvajes [1957] de Ingmar Bergman, que es otro ejemplo hermoso de eso. Esas son cintas que he amado por años y creo que cuando esta historia empezó a venir a mí, fue una oportunidad, supongo, para hacer mi versión de una de esas cintas”, expresó sinceramente Noah.

Jay Kelly es interpretado por Clooney, quien logra una actuación bastante interesante. “George es muy modesto porque cuando todos hablan con él, siempre dice: ‘tuve un buen guion y un buen director’ y eso es todo lo que necesito tener. Pero la verdad es que lo que hace en el filme es realmente hermoso, un trabajo muy matizado y realmente requieres de eso, porque tienes a alguien que, por un lado, es una máquina de encanto que está en constante movimiento, siempre”.

“Hay algo muy seductivo sobre el personaje. Y George, por supuesto, tiene esa calidad. Pero lo que él hace en el filme cuando las rupturas empiezan a revelarse sin anunciarse es hermoso y doloroso. Entonces, cuando ves a George en el avión y camina a la memoria de su pasado, su ser más joven está en su clase de actores y está con el joven Timothy, ves el cambio en su rostro. Como si se viera una persona diferente, más viejo, más maduro”, reconoció el cineasta.

“Pero cuando lo vemos en el presente, él todavía tiene esa especie de estrellita de cine con una inestabilidad emocional enorme. Sentí que eso era realmente remarcable, algo que ni siquiera sé cómo le hace o si está consciente de que lo está haciendo, pero que, dependiendo del tono de la escena, la forma en que miramos a su cara y la forma en que ésta se muestra es bastante diferente”, complementó Baumbach.

“Luego ves la escena que hace en el bosque con Riley Keough, quien es su hija más grande. El dolor y la vulnerabilidad en su cara son realmente honestos y reveladores, mostrando algo muy personal, claramente. Supongo que podría ser usado contra él porque lo hace parecer tan fácil. Y la verdad es que Jay Kelly no es George Clooney en ningún modo, excepto en las formas más superficiales. Y él lo hace sentir como si fuera suyo”.

Asimismo, el cineasta reflexionó sobre el humor de su cine y la cercanía que tiene a su obra. “Todas mis películas son bastante personales. A veces, hay una biografía más clara de mí en ellas. Pero creo que, de hecho, estaba listo para hacer esta película en este momento porque ahora que tengo más edad, puedo mirar atrás y ver que tengo un buen trabajo, una familia y todas estas películas. Pero ¿qué significa todo esto?”.

“Siempre me gusta que los personajes en mis historias se preguntan si son la persona que creen ser. Y peleando con este tipo de brecha entre cómo nos presentamos en el mundo y quien podemos ser. Es algo que creo que tratamos todo el tiempo de alguna manera. Somos cierto tipo de actor y de algún modo y el hecho de poder usar actores como los representantes de este tipo de dilema, lo hacen un tema mucho más universal. Jay Kelly fue una oportunidad para ahondar en ello”, declaró. 

Emily Mortimer, mi coguionista, y yo pensamos que Jay Kelly se trataría de este hombre que está pasando por este viaje, pero también de este concepto que tiene de él, tanto la persona como la industria alrededor. Su iconografía afecta a todos los demás, sabes, tanto individuos raros en el tren que han tenido su propia experiencia con él, como una estrellita de películas de los últimos años. El personaje dice ‘te miro a ti y veo mi vida entera’ porque ha crecido con él, aunque nunca se han conocido”, continuó.

“Luego tienes a Laura Dern, a Adam Sandler, claramente a todas las personas que trabajan con él y que son definidas por lo que es, pero también tienen sus propias vidas, sus propias familias. Me sentí como si todos estuvieran pasando por su propia versión de lo que Jay está pasando, que es ¿como me defino a mí mismo? ¿Soy realmente quien defino a mí mismo? Y obviamente, qué tanto de nuestro trabajo se convierte en parte de nuestra definición en la vida, como el Rey en la corte. Si él lleva una lucha existencial a través de Italia, entonces todos tienen que pasar por lo mismo”, apuntó Noah.

Si bien la crisis del protagonista es algo con lo que todos conectan, también la ambientación y el tema de la vida y la muerte permean el relato. “En términos de la ambientación, la muerte es siempre muy sorprendente, en particular en Los Ángeles. Creo que esa ciudad puede crear un ambiente en el que sientas que podrías vivir para siempre. Y así, comenzando en un mundo de lujo donde empiezas y luego te mueves a Europa y a Italia, donde la primera ubicación en Italia en la que llegamos es un panteón. Eso fue un paso importante para contar esta historia, que es básicamente confrontar la mortalidad”, dijo Noah.

“Jay está tratando de huir de algo, pero sabemos que no hay dónde correr y la floresta siendo donde él se encuentra. Estábamos muy conscientes de cómo él aparecería en el escenario y en el medio ambiente desde el comienzo hasta el final. Se vuelve mucho más a sus alrededores y estar en esos lugares increíbles como la Toscana, esa especie de cualidad impersonal de que no tiene control de este medio ambiente. Trabajamos con ello tanto en los estados de Shepperton como en Londres y los ambientes reales de estos lugares dibujando la artificialidad deliberada de los recuerdos y cómo entrar en éstos”, finalizó Baumbach.


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