Navajazo, Tijuana entre la ficción y la realidad

NavajazoProyectada durante la cuarta edición del FICUNAM, Navajazo juega con la ficción y el documental en una cinta que muestra una visión única de Tijuana.

Irreverente, bromista, real e impactante son algunos términos con los que se podría hablar de la cinta de Ricardo Silva quien muestra a varios personajes entre los que podemos ver a indigentes drogadictos,  un actor de videohomes, un director de cintas pornográficas en busca de capturar el amor de pareja mientras tienen sexo, entre otros.

Navajazo muestra escenas explicitas de genitales, escenas de sexo y drogadicción. Sin pudor muestra la situación en la que cada uno de los personajes vive y se desempeña, no hay juicios sobre si es bueno o malo, correcto o incorrecto, vemos a las personas ser lo que son.

Para romper con la seriedad de la situación llega un momento en que se justifica una escena de sexo entre estos indigentes drogadictos con una serie de créditos de película porno mal hecha, con letras grandes en color rosa mexicano y con el título (parafraseando) “Confesiones de una puta de crack”.

Los personajes que muestra Silva en pantalla son tan variados como lo puede ser ciudad fronteriza, Navajazo muestra el punto de vista de cada uno de sus personajes sin tomar partido alguno. Tenemos a un padre de familia adicto a drogas ilegales a quien vemos pelear sólo con el propósito de mostrar frente a la cámara lo que pasaría en un pelea, a pesar de que es un pelea “amistosa”, tanto el protagonista –en ese momento- como su contrincante salen lastimados.

La cinta de Silva es un recorrido por personajes que sólo tienen en común la ciudad en la que viven y que vamos conociendo una parte de la ciudad sin amarillismos, sólo como espectadores de personajes variados, divertidos y que muestran la diversidad de la ciudad.

Navajazo juega con intercalar momentos documentales con momentos lúdicos, como escenas de las películas videohome. La cinta de Ricardo Silva muestra a personajes que muestran una parte de la demografía de una ciudad fronteriza donde se habla inglés y español sin problemas.

Navajazo no utiliza la narrativa convencional de cintas cinematográficas pero logra presentar una visión singular de lo que es Tijuana.


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