Furia de Titanes 2, una ira controlada

Furia de titanes 2Han pasado más de diez años desde que Perseo destruyó al Kraken, viudo, vive como pescador cuidando a su hijo pero cuando Zeus y Poseidón son traicionados por Hades para traer de vuelta a su padre Cronos debe retomar sus armas para controlar el desastre.

Dos años después de que el remake de Furia de Titanes llegara a salas cinematográficas ahora somos testigos de una secuela que tiene la ventaja de no tener otra a la cual compararse a excepción de su antecesora, saliendo en el trance más que bien librada, siendo superior en todos los aspectos.

En la anterior entrega el 3D por conversión fastidiaba en gran medida la experiencia fílmica, se veía improvisado, sin gracia. Ahora al decidir filmarle en 3D de manera directa la experiencia crece, se hace disfrutable e impactante, sacando provecho a la nueva tecnología sin titubear ante ella, no sólo aprovechando la profundidad de campo sino, por momentos, sacando las cosas de la pantalla como antaño.

Sam Worthington retoma su papel como Perseo, más maduro, más acabado, parece que su carismático atractivo ha ido disminuyendo al paso de los años y en esta cinta carece casi por completo de él. Para hacerle compañía en su lucha lo acompaña Toby Kebbell quien dota a su personaje de una picaresca adorable. Como contraparte tenemos a Édgar Ramírez como Ares, quien aprovecha su aura maléfica para crear un personaje oscuro, convincentemente perverso.

De nueva cuenta tenemos un ligero guiño a la cinta de Desmond Davis de 1981, el mismo que la vez pasada de hecho, los efectos están mejor trabajados que su primer parte pero siguen siendo lejanos en su impacto a lo que Ray Harryhausen hizo en la cinta original.

De nueva cuenta la mitología griega queda desbaratada en aras de una historia hollywoodense que le da más preponderancia a los efectos especiales que a la narrativa y el apego a los escritos clásicos.

Tras toda la parafernalia invade la película queda en el fondo una interesante historia de relación familiar, por un lado tenemos a los hijos que traicionan a sus padres y por otro los padres que dan la vida por sus hijos, siendo apoyados por estos cuando llega el momento precioso de dar el paso a la madurez. En esta parte la cinta logra ser cautivante al presentar los lazos familiares como los únicos lazos que pueden ayudar cuando todo está perdido.

La dirección corre a cargo de Jonathan Liebesman quien en el 2011 nos presentara Invasión del mundo: Batalla Los Ángeles  (Battle: Los Angeles) que resaltaba por sus grandes escenas de acción, efecto que logra reproducir en esta ocasión aun cuando el final sea un poco anticlimático.

En México la cinta fue llamada Furia de Titanes 2 cortando así la señal de independencia que el título original hace de la primera, Wrath of the Titans, “Ira de Titanes”, el cual de paso retrata muy bien lo que la película demuestra en esta ocasión, dioses acabados enfurecidos por estar perdiendo el favor de los humanos. Si al final de la primera escuchábamos a un Zeus atacar a la iglesia católica, en esta ocasión el ataque va más allá de una religión al dejar a un mundo sin dioses.

Furia de Titanes 2 es superior a su antecesora, con mejores efectos, mejor trama y mucho mejor construcción de los personajes, aunque el resultado final comparado al mundo presentado en los 80s siga siendo desfavorable a las nuevas tecnologías. Eso sí, debe verse en 3D para ver lo que es la visión del director, está hecha para este formato.

Furia de Titanes

Wrath of the Titans

Jonathan Liebesman

Inglaterra/Estados Unidos 2012

Si quieren ver el tráiler click aquí


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