Escrita en 1925 por F. Scott Fitzgerald, El gran Gatsby es una de las grandes novelas norteamericanas en las que se muestra los desenfrenos y la decadencia de la sociedad. Adaptada al cine varias veces, siendo la más recordada la versión de 1974 con Mia Farrow y Robert Redford; El gran Gatsby no ha sido afortunada en sus adaptaciones al cine.
Ahora, a manos de Baz Luhrmann, nos llega una adaptación modernizada de la novela pero que retira mucha de la parte crítica a la sociedad y decadencia de los personajes; enfocando todos los esfuerzos en un drama emocional, en la superproducción de vestuarios, efectos especiales y detalles visuales, El gran Gatsby es un simple filme de desamor, bien hecho pero poco fiel a su original.
La producción de El gran Gatsby es desbordante en todos los aspectos. La fiesta en la que se hace alarde de los excesos de Gatbsy es visualmente deslumbrante; la música, los vestidos, la escenografía en la que todo se desenvuelve es un derroche de colores y belleza visual, sin embargo la historia se acerca más a un melodrama romántico que a la decadencia de toda una sociedad. Y es que la novela es corta pero su contenido difícil de trasladar a pantalla porque se arriesga a perderse en lo visualmente más llamativo, como es en este caso, dejando el poder de la novela olvidada debido a lo complejo que puede ser llevarlo satisfactoriamente a la pantalla.
A pesar de que la adaptación es desafortunada, la película tiene un mejor ritmo que la versión de 1974. Luhrmann logra mantener el ritmo, logrando por momentos escenas cómicas y al tono de una comedia-romántica ligera para luego llevar al espectador a un melodrama desenfrenado en el que se propone romper cualquier ilusión de los presentes. Las actuaciones de Leonardo Dicaprio, Tobey Maguire, Carey Mulligan y Joel Edgerton son buenas pero no logran nada espectácular y es que los personajes no van más allá de un drama romántico, son, lamentablmente, olvidables. Lo más memorable es lo que dice el narrador, es la crítica extraída de las líneas del libro lo que resuenan al final, pero que sin ella, nos quedamos con un simple melodrama.
La película logra modernizar el soundtrack, algo que tal vez moleste a más de uno, pero que no sale de tono con la película, la fiesta es impresionante, bella, energizante y el soundtrack logra transmitir todo eso; claro, alejado del sentido del libro, pero no cabe duda, El gran Gatsby tiene el toque particular de Baz Luhrmann para hacer todo exagerado.
Baz Luhrmann y Craig Pearce (guionista de Moulin Rouge, Siempre a mi lado, Romeo + Julieta) siguen la misma línea que siguió Francis Ford Coppola al hacer el guión; tomaron los diálogos del libro. Si bien esto es una muestra de respeto al escritor, al intentar no cambiar lo que sus personajes dicen, dentro de la película los hace distantes, fríos; a diferencia del libro donde se entiende el porqué.
El gran Gatsby de Luhrmann es visualmente hermosa, como adaptación no logra su cometido pero como película y mero divertimento logra atrapar al espectador en una historia de desamor.
Director: Baz Luhrmann
Guión: Baz Luhrmann y Craig Pearce
Con: Leonardo DiCaprio, Amitabh Bachchan, Carey Mulligan, Tobey Maguire y Isla Fisher
Estados Unidos, 2012