La guerra que se vive en México entre el gobierno federal y los capos del narcotráfico se dice ha dejado 100 mil muertos y 30 mil desaparecidos en poco más de una década. La violencia que viven ciertas regiones del país no deja títeres con cabeza, los afectados no son sólo aquellos que sufren los golpes, sus familias también son víctimas colaterales y, en muchos casos, sin esperanza de nada al desconocer casi siempre que pasó con su familiar.
Everardo González ahora decide en La Libertad del Diablo darle voz a aquellos que han estado en medio de esta espiral de violencia, en un experimento formal que busca demostrar que las historias de horror que se viven muchas veces sólo necesitan de una voz que las narre, sin importar el rostro de quien lo haga, para lo cual utiliza una mascarilla de las que usan los pacientes con quemaduras faciales, la cual oculta todos los rasgos, lo que no impide que esos ojos que se asoman nos transmitan todo, desde el horror a la compasión.
Entre las historias que se narran tenemos a dos hermanas que recuerdan cuando su madre fue levantada fuera de su casa sin que se tenga información de ellas a la fecha; un sicario que empezó cuando iba en la secundaria; una madre que sufre la desaparición forzada de sus hijos sólo para encontrarles muertos; un policía federal que habla de las ejecuciones comete en nombre de la justicia. ¿Cuál más aterradora? ¿Cuál más humana? ¿En qué momento se pierden los valores sociales y son suplantados por la bestialidad?
El director no juzga y no busca imponer una postura política con imágenes o voz en off, sólo retrata estos testimonios y con ello adquiere una postura política y social sobre un fenómeno que violenta México, logrando con ello afectar al espectador y llevándole no sólo a la reflexión sino a la toma de conciencia de que dependiendo del lado se quiera ver se encuentran los villanos y los héroes aunque en la realidad ambos sean nocivos.
La Libertad del Diablo es tal que aún sigue desapareciendo gente e implementando una falsa justicia que sólo deja más y más heridos. Imprescindible.
Tras su paso por el Festival Internacional de Cine de Guadalajara donde alzó con los premios a Mejor Película, Mejor Documental y el Premio Guerrero de la Prensa, continúo su camino de exhibición en Ambulante Gira de Documentales 2017.