El cine de Tobar es perturbador, es osado, es doloroso. Es un director que no teme en confrontar al espectador y ponerle del lado de los manipuladores de emociones en sus historias. Ya lo hizo con “2000 Metros Sobre el Nivel del Mar” y con “Asteroide” por lo que en su tercera cinta,”Oso Polar”, no sorprende que de nueva cuenta nos lleve a una montaña rusa de emociones y no, no estamos ante un drama sin concesiones, sino ante algo más cercano a la comedia negra.
Heriberto, Flor y Trujillo viajan en el coche de la mamá del primero a una reunión de excompañeros de la primaria a las orillas de la ciudad de México. Durante el recorrido comienzan a repetirse los patrones de abuso que el primero sufría a manos de los otros en la escuela. La situación comienza a escalar a niveles incontrolables.
“Oso Polar” es el mejor trabajo de Marcelo Tobar, el más depurado, el más amigable con el espectador pero no por ello traidor a los intereses del director, es aprovechar lo que la tecnología puede ofrecerte, en este caso smartphones, para hacer cine, con mayor libertad, con pocos recursos pero amparado con un guión inteligente, perturbador, y por actores increíbles que logran hacer creíble todo lo que vemos.
“Oso Polar” es Humberto Busto en uno de los mejores papeles de su carrera, un papel demandante donde la contención es la palaba clave, donde el actor muestra su gran capacidad de rango para transmitir todas las emociones sin caer en algún extremo, siempre mesurado, siempre al borde del estallido, pero sin caer en lo ridículo y lo no creíble. Haciéndole mancuerna tenemos a Cristian Magaloni y a Verónica Toussaint quienes resultan aterradoramente familiares, quienes nos recuerdan indudablemente a algún compañero de la primaria o secundaria. En breves pero significativos papeles tenemos a Luis Alberti, Harold Torres y a Fernando Álvarez Rebeil, cuya sombra está en toda la cinta.
“Oso Polar” es una cinta que habla a las entrañas, que nos recuerda lo que fuimos durante nuestra infancia y adolescencia, que nos dice que lo que fuimos si podemos dejarlo atrás pero nunca olvidarlo, que está latente y puede salir a flote en cualquier momento, haciéndonos sentir fuera de contexto, pero a la vez en terrenos conocidos.
Que la cinta haya sido hecha digitalmente con teléfonos celulares se olvida a los pocos minutos ante la historia se desarrolla ante nuestros ojos, además de utilizar el recurso de una forma más que acertada dentro del desarrollo de la acción, no sólo vemos a los personajes grabar con teléfonos, sino que uno está casi todo el tiempo a la vista grabando a los actores mientras ellos lo saben y no dejan de sentirse espiados por éste.
Tobar se confirma como un director con un ojo único para el manejo de sus tomas y como un gran director de actores que conoce a estos y les lleva a los niveles desea, sin hacerles sentir forzados o fuera de lugar, como si hubieran nacido para interpretar a estos personajes. El universo enfermo y perverso donde desarrolla sus acciones es sin duda uno de los grandes aciertos de su cine. Y que sin embargo no cae jamás en el drama fácil, siempre manteniendo las cosas en un equilibrio que pocos logran tener en sus trabajos.
“Oso Polar” se alzó con el premio al Mejor Largometraje Mexicano de Ficción en el FICM 2017, donde el presidente de jurado fue Béla Tarr. Un trabajo que debe verse sin falta y que provocará muchas discusiones entre quienes la vean, quienes deberán recordar si eran acosadores o eran rusos en sus años escolares.
Los invitamos a ver el tráiler.
“Oso Polar”
Guión: Marcelo Tobar
Con: Humberto Busto, Cristian Magaloni, Verónica Toussaint, Harold Torres, Luis Alberti, Fernando Álvarez Rebeil
Estudio: Zensky Cine / La Torre y el Mar
Fecha de estreno: 10 noviembre 2017
País: México 2017
Duración: 70 minutos