La comedia romántica mexicana, como sus dramedys, es como un inmenso pastiche, todas se parecen a la anterior, reciclando no sólo historias sino actores, siempre dando salida a los mismos rostros, a los mismos directores, a las mismas ideas, sin arriesgar, sin proponer nada. Es entonces cuando aparecen cintas como “Ni Tuyo Ni Mía” la cual nos trae por lo menos rostros frescos a la pantalla y que tiene la fortuna de ser llevada con inteligencia.
Amanda vive en su mundo ideal, un trabajo de ensueño en una institución benéfica, un marido que cumple sus expectativas económicas, una casa inmensa, pero cuando descubre que su pareja la está engañando con la pareja de un músico callejero decide hacer algo para salvar su matrimonio, acudiendo al músico y creando una alianza para que ambos recuperen a sus parejas, aunque en el proceso entenderá que las personas no le pertenecen a nadie.
Opera Prima de la experimentada productora Sandra Solares, “Ni Tuyo Ni Mía” es un trabajo que deja claro la experiencia tiene en el cine, lo que ha aprendido al trabajar con tantos directores en tantas ideas distintas, lo que le permite hallar no sólo el ritmo adecuado para su trabajo sino que le inyecta una frescura a una historia que en manos menos experimentadas seguro habría sido una cinta más.
La cinta es protagonizada por Alejandra Barros como la esposa que ve su mundo se derrumba, Tony Dalton como su pareja, Prakriti Maduro como la maestra de baile de flamenco y, un sorprendente José Fors, uno de los artistas más completos tenemos en México (no sólo es vocalista de La Cuca, sino además pinta, escribe operas rock y, es diseñador, labor donde sobresaldrá siempre el aparato de la cinta “Cronos” de Del Toro), qué él tenga ese personaje permite que la cinta roce la metaficción y que pueda jugar con muchas cosas que su presencia permite, homenajes incluidos a su banda de rock.
“Ni Tuyo Ni Mía” juega con la forma de afrontar hechos que marcan la vida de las personas, la traición de las parejas y la forma la viven los protagonistas se puede entender cuándo para uno, que su pareja se la diga es llevarle a terminar todo, para el otro, el que se lo confiese forma parte de un pacto de sanación. Es en esta última visión donde la filosofía del personaje y la forma ve el mundo crece, para él que su pareja tenga un affaire no es grave, lo grave es que ella se lo oculte, que ella rompa el pacto de siempre hablar con la verdad, de violar la confianza les llevó a decir que si algún día alguien le movía diferente se lo diría en lugar de jugar a las escondidas a ojos de todos.
Es con esa visión del mundo donde el concepto del título de “Ni Tuyo Ni Mia” alcanza su mejor comprensión, es donde es inevitable recordar a Onetti con su “Tan Triste Como Ella” y su brutal inicio de “Hace una quincena o un mes que mi mujer de ahora eligió vivir en otro país. No hubo reproches ni quejas. Ella es dueña de su estómago y de su vagina. Como no comprenderla si ambos compartimos, casi exclusivamente, el hambre”.
“Ni Tuyo Ni Mía” es un dramedy que se niega a caer en la rutina que hace igual a estas cintas una a otra, tiene su propia ritmo y esencia, que sí, aunque al inicio parece que estamos viendo una versión extendida del tema “Historia de un Taxi” de Arjona, sólo queda como un déjà vú.
“Ni Tuyo Ni Mía” es una cinta que sorprende por su hechura, por lo fresca que se siente, por lo inesperada, por darle al espectador algo que vale la pena ver y, sobre todo, platicar al salir de la sala, una de las gratas sorpresas del año.
Los invitamos a ver el tráiler.
“Ni Tuyo Ni Mía”
Director: Sandra Solares
Guión: Sandra Solares
Con: Alejandra Barros, Prakriti Maduro, Tony Dalton, José Fors
Distribuidor: Cinépolis Distribución
Fecha de estreno: 12 agosto 2021
País: México 2018
Duración: 92 minutos
