En 2017 Kenneth Branagh llevó a la pantalla grande “Murder on the Orient Express” donde además de dirigir se apropiaba del personaje principal, brindando una terrible interpretación de Hercule Poirot, desaprovechando la historia original de Agatha Christie y al gran elenco que conformaba la película. Ahora, cinco años después, llega la secuela a esa cinta, “Muerte en el Nilo” (Death on the Nile), la cual logra lo imposible, ser peor que la anterior cinta, descuidando hasta la dirección en esta ocasión.
Las vacaciones del detective belga Hércules Poirot a bordo de un glamoroso barco de vapor en Egipto se convierten en una aterradora búsqueda de un asesino, mientras que la luna de miel idílica de una pareja perfecta se ve trágicamente interrumpida.
Kenneth Branagh es uno de los grandes directores ingleses sin lugar a dudas, por lo tanto resulta desconcertante que con “Muerte en el Nilo” entregue un trabajo tan poco cuidado, con una dirección de cámaras descuidada, con un ritmo inexistente, con un descuido inmenso en la adaptación, con una falta de respeto tan grande a la inteligencia del espectador y, a la novela adapta.
La adaptación busca la inclusión forzada en varios puntos, un burdo intento de ser respetuosos con lo que los fascistas de lo correcto piden pero que se muestra tan gratuita como sin sentido. Otro detalle es la forma en que incurre en cosas absurdas, como el hecho de tener una secuencia que prácticamente desarrolla un perreo de reguetón al ritmo de blues con un estilo de tocar guitarra a lo Jimmy Hendrix que resulta incomprensible. O que decir la mención a Joe DiMaggio que sale unos años antes de que fuera la superestrella fue. Y si bien para algunos podrían pasar por alto esto, un guión que no le interesa dejar claro desde el inicio cuál será el giro final rompe todo lo que una cinta que se supone gira por el quien lo hizo, funcione.
La cinta es protagonizada por el mismo Branagh quien se empeña en ser el peor Poirot de la historia, en el personaje femenino principal, Gal Gadot logra dar vida a una rica heredera que a pesar de su belleza oculta a un ser hipócrita que no le importa pasar encima de quien sea con tal de cumplir sus caprichos. Armie Hammer continúa impregnando las pantallas con su incapacidad de transmitir algo y Emma Mackey solo anda sacando los ojos como enloquecida por la mayor parte de sus intervenciones. Sophie Okonedo da vida a una cantante de blues que da una agradable sorpresa en pantalla, siendo de las pocas logran dar vida a su personaje, lo que no hace Letitia Wright quien sigue aferrada a personajes odiosos. Las otras dos sorpresas en la cinta son Tom Bateman y Russell Brand, quienes logran sacar adelante a dos personajes tan cliché que sorprenden. Y claro, es imposible mencionar a Annette Bening, quien se pasea sin saber realmente que hace en esta cinta.
“Muerte en el Nilo” se encuentra años luz de las anteriores adaptaciones a la novela, las cuales sin ser perfectas tienen mejor ritmo y respeto al material, con actores que se creen sus personajes y que los hacen creíbles y dimensionales para el público, no como en esta versión donde todos son unidimensionales. Si bien en esta ocasión el navío los transporta por el Nilo y la recreación del Templo de Abu Simbel son más que impresionantes, no logran darle vida a una cinta cansina, sin interés ya no digamos para quien la ve, sino para los que la hicieron. Una gran decepción, de nueva cuenta.
Los invitamos a ver el tráiler.
“Muerte en el Nilo” (Death on the Nile)
Director: Kenneth Branagh
Guión: Michael Green
Basado en la novela homónima de Agatha Christie
Con: Kenneth Branagh, Tom Bateman, Annette Bening, Russell Brand, Ali Fazal, Dawn French, Gal Gadot, Armie Hammer, Rose Leslie, Emma Mackey, Sophie Okonedo, Jennifer Saunders, Letitia Wright
Distribuidor: Walt Disney Studios Motion Pictures
Fecha de estreno: 10 febrero 2022
País: Reino Unido / Estados Unidos 2022
Duración: 127 minutos
