“Un Lugar Llamado Música” las barreras no existen

Daniel Medina es un músico Wixárika, quien es el encargado de tocar el violín en las ceremonias religiosos e importantes de su pueblo (Santa Catarina, Jalisco), las texturas de su sonido capturaron la atención del reconocido compositor Philip Glass, quien tras conocerle, le propuso y logró grabar temas en conjunto, en un viaje auditivo que muestra que más allá de las barreras lingüísticas existe “Un Lugar Llamado Música” donde es posible encontrarse.

El documental es dirigido por Enrique M. Rizo quien plasma en pantalla los encuentros de dos amigos, dos músicos que respetan al otro y, sobre todo, respetan la música. El trabajo cumple la misión de acercanos, no a la música de Glass, más que conocida, sino a lo realizado por los Wixárica, lo que les motiva, lo que les hace crear su música.

El encuentro entre los músicos data del 2012, cuando Alfredo González Ponciano los invitó a participar en un evento de la Casa De Cultura de Real de Catorce, dándose una afinidad mágica desde entonces, la cual se plasma en el documental, se traspasa de la pantalla, se palpa.

Más allá de las imágenes del trabajo, destacando entre otras tantas ese momento frente a la fogata, el documental cumple lo que su título indica, “Un Lugar Llamado Música”, un espacio donde el espectador puede cerrar los ojos para transportarse a otros lugares, momentos.

El documental pone en la mesa el debate sobre la pureza musical, sobre el apoyarse en lo que hacen otros para hacerla crecer, para algunos el tema de la expropiación cultural estará presente, olvidando que, para los creadores, para los artistas, todo aquello les nutre e impulsa forma parte de sus sueños.

Durante el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia, tuvimos la oportunidad de charlar con su director, los invitamos a ver la entrevista.


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