“Inmaculada” cuando la fe se pone a prueba

 No hay duda de que Sydney Sweeney ha captado la atención de la industria. La joven actriz y productora ha pasado de pequeños papeles en series de televisión populares como “The Handmaid’s Tale” y “Sharp Objects” hasta robarse la atención al lado de Zendaya en “Euphoria”. Pero fue la comedia romántica “Con Todos Menos Contigo” (Anyone but You.Gluck, 2023), una moderna y muy libre adaptación de la obra clásica de Shakespeare, “Mucho Ruido y Pocas Nueces”, misma que produjo ejecutivamente, que la rubia oriunda de Spokane estuvo en boca de todos.

Ahora, Sweeney regresa nuevamente teniendo esa doble labor con una cinta de terror a la que la actriz le había puesto el ojo desde hace varios años: “Inmaculada” (Immaculate), filme que nos remite a ese cine de horror religioso que tuve su auge gracias a cintas como “La Profecía” (Donner, 1976) o la mexicana “Satánico Pandemonium” (Martinez Solares, 1975), bebiendo del “nunsploitation” para crear un relato de terror moderno que, aunque no es brillante, logra buenos momentos atmosféricos en su relato.

La cinta de Michael Mohan, que vuelve a hacer mancuerna con Sydney después de “The Voyeurs” (2021), se enfoca en la hermana Cecilia (Sweeney), una monja que llega desde Estados Unidos a un pequeño convento italiano con la fe en alto y la emocionante noticia de recibir sus votos muy pronto. Sin embargo, la presencia de un padre convertido de la ciencia a la religión de nombre Tedeschi (Álvaro Morte de “La Casa de Papel”) y algunos comportamientos extraños entre las hermanas que viven en el lugar levantará las sospechas de la inocente Cecilia, sin saber que su destino esta funestamente sellado por el fanatismo religioso y la oscuridad que eso conlleva.

Sweeney, quien se topó con esta historia hace años en un casting, conservó el interés por contar la misma, encargándole la labor al guionista Andrew Lobel para crear una historia donde la fe y la devoción enfrentan oscuras tentaciones en un suspenso atmosférico y biene quilibrado cuya debilidad radica en explorar los lugares más comunes de este tipo de cintas. Sin embargo, a pesar de lo predecible y el cliché, Lobel y Mohan logran mantener un balance interesante entre el suspenso y el terror, dividiendo la cinta en partes que van reflejando la etapa que Cecilia vive en el convento mientras encara el duro destino que le depara, mismo que se disfraza de un milagro.

Mohan logra capturar todo este universo de la campiña italiana y el convento para hacer sentir al espectador la sensación de un lugar desolado en el que Cecilia pondrá a prueba su fe y convicción, teniendo que encarar la realidad entre un milagro y la pura obsesión insana. El diseño artístico es uno de los puntos más destacados, mismo que se acompaña de una fotografía minimalista que no usa tanto artificio sino colores e iluminación naturales que muestran la luz y sombra no sólo del lugar donde la protagonista vive, sino también de sus compañeras.

Otro punto destacado son las decisiones del director al hacer tomas por momentos muy cerradas, especialmente con Sydney Sweeney. Eso ayuda a que la actriz transmita la angustia que va sintiendo poco a poco a través del hecho inevitable y sorpresivo que ella padece, encontrando ecos en “El Bebé de Rosemary” (Polanski, 1968) así como en la precuela reciente de “La Profecía” e incluso con temas sobre la mujer y los horrores maternos de “Huesera” (Garza Cervera, 2022), que parece haber sentado un referente en cuanto a ese tema se refiere.

Aunque la historia se desmarca de la usual cinta de posesiones diabólicas o presencias malignas, “Inmaculada” se alimenta mucho más de las obsesiones de la religión y la necesidad de salvarla a como dé lugar, haciendo alusión al tema de la “Inmaculada” concepción que es sagrada en la creencia católica, así como en la segunda venida del Mesías. Pero aquí, el retorcido giro nos aparta de lo eclesiástico y nos lleva hacia la ciencia, otro viejo rival de la Iglesia que también se ha contrapuesto en cintas interesantes como “El Exorcismo de Emily Rose” (Derrickson, 2005). Es ahí donde “Inmaculada” adquiere sus mejores tintes, ofreciendo un segundo y tercer acto donde la locura y la violencia escalan sin parar.

Sweeney realiza nuevamente un papel alejado de la niña atractiva y buena, demostrando que busca hacer una carrera que le proponga retos. Desde su posición como productora y también frente a la cámara, hace su mayor esfuerzo por no sólo entregar un papel convincente que poco a poco va cayendo en una espiral demencial hasta ese final impactante donde, nuevamente, el dilema de la maternidad se hace presente de manera bastante cruenta a través del último acto y los simbolismos que rodean el clímax, que es donde la joven actrzi muestra sus mejores dotes actorales.

En el caso de Morte, el español funciona como un elemento secundario pero clave de la trama, aquel que por tratar de hacer el bien termina por actuar de mala forma. Su presencia pasa de alguien misterioso a amenazante pero termina por perder relevancia hasta el terrible desenlace. A pesar de ello y de ciertos dilemas en el ritmo del filme que por instantes pierde el foco del terror atmosférico para centrarse en lo más mundano, “Inmaculada” es una de esas historias que nos recuerdan las crisis de fe y otros terrores modernos a través de una envoltura clásica setentera que, por momentos, funciona, pero que no deja de caer en las fórmulas tan recurrentes del cine comercial como el jump scare excesivo o ciertas incoherencias que le restan fuerza a un proyecto llamativo que, eso sí, mantiene en un gran plano a su estrella.

Los invitamos a ver el tráiler-

Inmaculada” (Immaculate)

Dirección: Michael Mohan

Guión: Andrew Lobel

Con: Sydney Sweeney, Álvaro Morte, Benedetta Porcaroli, Dora Romano, Giorgio Colangeli, Simona Tabasco

Distribuidor: Diamond Films

Fecha de estreno: 22 marzo 2024 (Estados Unidos) 30 mayo 2024 (México)

Duración: 89 minutos

 


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