El cine LGBT+ se asocia a lo general a historias que sólo pueden enmarcarse y desarrollarse bajo las condiciones en que los miembros de la comunidad se mueven y expresan, los hechos que enfrentan y la forma en que la sociedad lo ve, pero también hay ocasiones en que este tipo de cintas logra ir más allá de enfocarse a un nicho y, sin traicionar sus ideas y principios, lograr llegar a un público más amplio, tal es el caso de “Desde la última vez que nos vimos”.
Víctor reencuentra de forma fortuita a David, tras quince años desde que rompieron relaciones, mientras él sigue soltero y trabajando sin traicionar sus principios, en cambio, David ha avanzado en la sociedad, se ha casado y vive feliz con su pareja. El reencuentro entre ambos revive la antigua pasión entre ellos, pero los años muestran que hay cosas que no cambian y que, inevitablemente, acercan y alejan a la gente por igual.
Matías De Leis Correa explora en “Desde la última vez que nos vimos” la imposibilidad que atreviesan algunas personas de tomar las riendas de su vida, de ir adelante con sus sueños y encerrarse en vivir una vida socialmente más aceptable pero que, no les satisface del todo. Con una gran economía de escenarios y con básicamente dos personajes en pantalla, el realizador logra crear una interesante cinta sobre encuentros y desencuentros, que, sin ser perfecta, logra dejar en claro su punto: hay segundas oportunidades que, al igual que la primera, pueden fracasar o triunfar.
La cinta es protagonizada por Patricio Arellano, encargado de tener sobre sus hombros la carga emocional de la cinta, es el encargado de llevar a cabo el personaje que ha vivido su vida sin ocultar quien es, que ha decidido no entablar relaciones estables en gran medida por el dolor de aquel primer amor que le marco. Es quien más sufre la actitud del personaje de Esteban Recagno, a quien su egoismo, pero sobre todo su cobardía, le hace destruir todo lo que toca.
“Desde la última vez que nos vimos” nos lleva a conocer los puntos clave del reencuentro de ambos personajes, la mayoría de ellos encerrados ya sea en el departamento de uno de ellos o en una alejada casa fuera de la ciudad, lo que acentúa el carácter claustrofóbico y clandestino de estos encuentros, asfixiando a sus personajes a pesar de los escasos momentos tenemos al aire libre. Es como si el entorno se encargara siempre de hacerle recordar a Víctor lo endeble del territorio pisa y, al de David, la condena de sólo ser él cuando nadie lo ve.
La cinta también pone el dedo en la cuestión del amor y el deseo, en la posibilidad de que ambos en el fondo sean incompatibles de sobrevivir en un mundo que condena y lleva a sus actores por terrenos sociales que no les permite ser ellos en su totalidad, David resulta el personaje más complejo en este terreno, condenado a herir para no perder lo que ante los ojos de los demás es aceptable, pero es Víctor quien, dentro de su fragilidad y humanidad, es el que se atreve a seguir creciendo y madurando.
“Desde la última vez que nos vimos” es un trabajo íntimo y sutil, donde la historia podría ocurrir entre heterosexuales sin perder su potencia, pero donde el sentido de situarse en la comunidad LGTB+ le otorga otros sentidos y otras intenciones que refuerzan la idea de que nada puede encontrar su camino si está obligado a permanecer oculto.
La cinta formó parte de la Semana De Cine Queer 2024 en la Ciudad de México con sede en el Cine Tonalá.
“Desde la última vez que nos vimos”
Dirección: Matías De Leis Correa
Guión: Matías De Leis Correa
Con: Patricio Arellano, Esteban Recagno
Distribuidor: Cinema Nubo
Fecha de estreno: 19 octubre 2023 (Argentina)
País: Argentina 2023
Duración: 83 minutos
