La noche de los Grammy fue de una cantante y no fue Adele. La muerte de Whitney Houston permeó cada momento de la entrega, la cual parecía hecha para el momento en que se presentaron los fallecidos durante el 2012, cerrando con una vibrante y emotiva presentación de la ex participante de American Idol y ganadora del Oscar por su papel en Dreamgirls, Jennifer Hudson.
Desde el inicio de la entrega se pudo notar en el ambiente el dolor que había causado en los asistentes la noticia del día anterior. L Cool J decidió iniciar con una plegaria dedicada a la cantante y el espíritu de Houston jamás abandonó ya el lugar.