Joaquín Sabina, este adiós no maquilla un hasta luego

La noche del 12 de febrero la ciudad de México fue testigo del que se ha anunciado como el último concierto del cantautor español Joaquín Sabina, como parte de la gira “Hola y Adiós”, día especial que además llegaba con el perfecto pretexto de celebrar los 76 años del cantante, una noche que desde su anuncio se presentía especial y que en los hechos no sólo lo confirmó sino que se volvió mágica y entrañable.

Desde antes del concierto la gente que iba llegando al Auditorio Nacional llegaba con el ánimo de aquellos saben viene una despedida anunciada, un adiós a alguien a quien muchos han seguido por años y que, ahora, llegaba el momento de despedir como se despide a los grandes, con una fiesta donde no faltarían las risas, la camarería y, sobre todo, el llanto.

A las 20:45 las luces del lugar se apagaron y en la inmensa pantalla que ocupaba el centro del escenario se proyectó el video de “El Último Vals”, donde diversas personalidades, invitadas por Sabina, se reúnen con él en una cantina para celebrar su carrera y su despedida, uno donde sólo se extraña la inclusión de uno de sus grandes colaboradores y que, esta noche también sería extrañado, hablo del guitarrista Pancho Varona, con quien el autor rompió relaciones para desgracia de todos sus seguidores en 2022.

La noche arrancaría con el tema “Lágrimas de Mármol” que de forma magistral ejemplifica la carrera de Sabina en su coro “Superviviente, sí, ¡maldita sea!, nunca me cansaré de celebrarlo, antes de que destruya la marea las huellas de mis lágrimas de mármol, si me tocó bailar con la más fea, viví para cantarlo”. Al término de ella siguió una de los temas más grandes de su última etapa, “Lo Niego Todo”, un grito de principios, un himno de vida, un recordatorio de que, si hay que contar algo, la verdad no sirve, sólo la leyenda (y de paso, mi tema favorito de los últimos años).

“Mentiras piadosas” cedió el paso a “Ahora que...” para luego instalar a todos a vivir en el número siete, “Calle Melancolía”, lugar donde se tuvo que permanecer por “19 días y 500 noches” para luego lamentar que esa estancia nos hizo darnos cuenta de que no sabíamos “Quién me ha robado el mes de abril?”. La llegada de “Más de cien mentiras” sirvió para presentar a los músicos acompañan en la gira a Joaquín Sabina, de quienes destaca la figura de Mara Barros y de los ya eternos a su lado Jaime Asúa y Antonio García de Diego.  

Tras ello Sabina abandonó el escenario para un breve descanso mientras Mara nos deleitaba con “Camas vacías” y Asúa hacía su versión de “Pacto entre caballeros” con su coro al final apoyado por Sabina haciendo gritar a todo el Auditorio ese grito de “mucha mucha policía”.

Llegó el momento de recordar que hay personas cuya existencia se encuentra “Donde habita el olvido” y de ahí pasamos a ese largo recorrido por los “Peces de Ciudad”, tras la cual se instaló una mesa de cantina en el escenario para acompañar “Una canción para la Magdalena” y “Por el bulevar de los sueños rotos”, donde la gente siempre recuerda a Chavela Vargas”.

Y sonaron “Las Mañanitas” acompañadas por mariachi, celebrando los 76 años de Joaquín Sabina, quien dio ese regalo a su audiencia, el cantar en su última gira, el día de su cumpleaños, con ellos, momento que alcanzó un momento espectacular cuando los mariachis tocaron “Y nos dieron las 10”, tema del que sólo interpretaron la mitad. Al término la gente coreo el nombre de Sabina con una euforia tan auténtica y tan sincera que se quedará grabada en la mente de todos los que la vivieron, como lo atestiguaba el rostro de Sabina y de Mara Barros.

La noche seguiría con las coplas de “Y sin embargo te quiero” que se ligarían a “Y sin embargo”, temas que darían paso a “Noches de boda” y que la banda tocará la parte no había sonado de “Y nos dieron las 10”. Con lo que llegaría el encore.

El escenario sería de García Diego quien interpretaría “La canción más hermosa del mundo”, para que Sabina tomara luego el centro del escenario para decir que todo lo anterior formaba parte del “Hola” y esta era la parte de las despedidas, cantando una entrañable versión de “Tan joven y tan viejo”a la que seguiría “Contigo” tras la cual los músicos y el cantautor se despedirían, ahora sí, quizá para siempre, de los escenarios mexicanos.

Su salida y despedida dejo a todos desconcertados, público conocedor que todos los pasados conciertos de la gira había cerrado con “Princesa”, tema que no sonaría en esta despedida a pesar de los gritos de los asistentes pidiéndola y que se negaba a dejar el Auditorio Nacional con la esperanza regresaran a interpretarla.

Un adiós emotivo en cada paso aunque un poco anticlimático en su cierre final.

[Fotografia de Aurora Cuevas Trejo y los invitamos a ver algunos videos del concierto en nuestro canal de TikTok: https://www.tiktok.com/@cinent_oficial]

 


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