“Historias de Fantasmas” una cuidada producción, una pobre ejecución

El teatro siempre es mágico, es un lugar donde recrear atmósferas es fundamental para atrapar a las audiencias y conquistar la atención, no es sólo lo que viste el escenario, la escenografía y los efectos que se crean con las luces y sonido, es parte primordial para ello lo que los actores puedan transmitir, la credibilidad con la que representen sus personajes y acepten como real la historia nos están narrando. Y es en ese aspecto donde la obra “Historia de Fantasmas” falla estrepitosamente.

El profesor Phillip Goodman realiza una presentación ante un auditorio lleno y expectante de tres historias que rayan en lo sobrenatural, buscando una explicación científica y racional a lo que sus protagonistas enfrentaron. Así asistimos a la espantosa revelación tiene un velador, a un chico que regresa de una fiesta para hallarse en medio de un acto inexplicable, y el caso de un hombre que afronta el terror ante el próximo nacimiento de su hijo. Pero hay más de lo que creemos saber.

La obra es protagonizada por Alfonso Borbolla como el conferencista, quien desafortunadamente no se cree lo que está narrando, aunque es uno de los dos actores más sobresalientes de la puesta en escena. El protagonista del primer relato es José Sefami, quien se roba toda la obra, con un personaje que le hace creíble, que le hace real, que además logra proyectar su voz para que sea escuchada por todos en el teatro. También podemos destacar la presencia de Daney Mendoza, quien logra impactar con sus apariciones. Desafortunadamente Alfredo Gatica, Nacho Tahan y Miguel Tercero no proyectan voz, haciendo imposible que se escuchen sus líneas, sin contar que transmiten nada al no volverse sus personajes, sino solo representarles en escena, sin hacer el público se interese por ellos.

La obra es una adaptación al español del texto original de Jeremy Dyson y Andy Nyman, cuya versión original data del 2010 y que tiene una versión cinematográfica dirigida por ellos en el 2018. En esta versión es producida por Óscar Uriel y el texto y la dirección corren a cargo de Miguel Santa Rita, quien a pesar de su empeño y de tener claro lo que desea, es saboteado por sus actores.

La obra se presentará viernes, sábados (dos horarios) y domingos (dos horarios) en el Teatro Libanés, hasta el 15 de enero.


Imprimir   Correo electrónico