Con la dirección de Mark Tonderai y las actuaciones de Jennifer Lawrence, Elizabeth Shue y Max Thieriot, La casa de al lado (House at the end of the street) es de esas rarezas que se encuentran de vez en cuando en el cine comercial, donde una película no se siente forzada ni hecha para la simple venta de boletos y palomitas. Dentro de su género y de las estrenadas este año, La casa de al lado es una sorpresa gracias al trabajo en el guión, dirección y actuaciones en lo que todo parece encajar de manera adecuada y orgánica.
Actualmente las películas que llegan a la cartelera comercial adolecen, en general, de hacerse de manera express lo que da como resultado guiones risibles, actuaciones de muy baja calidad pero en muchos casos con un alto nivel de producción lo que vuelve a la película un placer para el ojo pero una tortura en todo lo demás. Como resultado, la confianza en poder ver algo bien hecho en la cartelera comercial va decayendo rápidamente y no por la falta de contenido filosófico o impresionantemente trascendental, sino por la falta del más mínimo cuidado en entregar un guión mínimamente trabajado y que se aleje de dar la impresión que “sólo la hacen para vender boletos”.
Sin embargo, en todo hay excepciones y sorpresas; La casa de al lado es una de ellas. Con la actuación principal de Jennifer Lawrence (Los juegos del hambre), nos lleva a una historia que, alejada del uso de sangre y exceso de violencia, logra atrapar al espectador con una historia que maneja los “giros de tuerca” de manera adecuada para que no se sientan forzados y sin pretensiones de volverse la gran película de suspenso, entrega algo que pocos.
Con el trabajo de Lawrence que no cae en el melodrama adolescente y que lleva a su personaje por un camino más acorde con el enojo y el resentimiento a una madre que hasta ese momento ha sido distante, demuestra que esta joven actriz no sólo es una cara bonita pero que tendrá una muy buena carrera actoral. Claro esta, si es que no sigue los pasos de actrices como Lindsay Lohan.
Dentro de la crítica norteamericana, La casa de al lado le ha ido entre mal y patética, critican que el guión es superfluo, aburrido y predecible. De nuestra parte, el guión bebe directamente del suspenso de Hitchcock, sobre todo de Psicosis, especialmente en la última parte de la película. Los “giro de tuerca” logran despistar lo suficiente como para que constantemente se esté tratando de encontrar por dónde va la trama. Y sobre todo, se aleja de la velocidad de muchas películas. Desde el inicio la película se toma su tiempo, va despacio y descubre poco a poco la historia, no dice más de lo que necesitas saber.
La dirección de Mark Tonderai, con lo que parece ser su segundo largometraje según IMDB, logra mantener el suspenso y crea en pantalla a personajes creíbles con las más simples acciones entre madre e hija, o entre amigos. Además de que visualmente no necesita criaturas fantásticas ni efectos especiales para mantener el suspenso, sólo se necesita la perversa mente humana en una situación común y corriente.
Si tu interés es en películas con violencia, sangre y horror, La casa de al lado no es la mejor opción, sin embargo si buscas una película de suspenso que no se basa en los efectos especiales pero en la historia y actuaciones, ésta podría ser tu opción.
La casa de al lado (House at the end of the street)
Director: Mark Tonderai
Estados Unidos, 2012