Salvador Mallo, vive entre dolores y un guión que se le dibuja en sueños y delirios. A raíz de la restauración de su primer filme, se reencuentra con su examante, a quien no le ha dirigido la palabra en décadas. Esto y su inmersión quisquillosa al mundo de la droga, le llevan a descubrir la realidad en su pasado y la raíz de una película que no se ha atrevido a contar: su propia vida.
Esto es “Dolor y Gloria”, la película más reciente y autobiográfica del manchego Pedro Almodóvar, y quizá, de sus últimas cinco películas, la que mejor plantea y la que juega mejor con la idea del enigma y la enajenación de la realidad con ayuda de la ficción, ambos de sus temas más recientes.
Si bien, en gran parte de su filmografía, la realidad y la ficción de sus personajes constantemente se espejean, deformándose entre ellas y varias veces incluían al director mismo con algunos datos de su biografía, de nuevo Almodóvar -al igual que Mallo- establece límites de información de su propia historia, lo que le permite jugar a las escondidas y las especulaciones con su público -en las ficciones, sueños y recuerdos dentro de la misma ficción- y salir victorioso esta vez en este poderoso filme, tal como lo logró en “La ley del deseo” y como lo intentó en la fallida “La mala educación” (estas tres películas formando ahora a su vez una antología basada en sus experiencias).
Esta vez, con Antonio Banderas, su actor fetiche ahora recuperado, tenemos un vistazo a su método de discriminación del recuerdo y las autorreferencias arrancan desde el nombre del personaje, mismo que contiene todas las letras de su apellido; después de transplantarla a Madrid, agrega los reclamos que le hizo su madre, en vida, por utilizar las historias de sus amigas; por otra parte, revisa las famosas separaciones con su equipo de trabajo y sus parejas; y todo ello a la luz de sus propios filmes, prologando en alguna secuencia las películas que protagonizó tanto el personaje de él mismo cuando niño en “La Mala Educación”, o el que hizo moldeado de su propia madre en “Volver”; revisitando el estreno de “La Ley del Deseo”; bajándole lo sulfuroso y cisgenerando al personaje de Gael en “La Mala...” (ahora para lucimiento de Asier Etxeandia) y varios virtuosos etcéteras.
El atisbo más entrañable a su realidad se da en la secuencia paralela aunque en contraste a la del encuentro imposible y fugaz de los cónyuges en “La Flor de mi secreto”: esta vez con los dos examantes que se reúnen de manera sorpresiva para intercambiar intimidad y secretos con Leonardo Sbaraglia y Banderas, ambos en estado de gracia. Una película sosegada de Almodóvar vista desde las costuras que reflexiona sobre las costuras laberínticas mismas de su cine: elegante, vital y deliciosa.
Los invitamos a ver el tráiler y leer otra reseña de la cinta.
“Dolor y Gloria”
Salvador, director español de gran éxito, se encuentra semiretirado por dolencias físicas y mentales, incapaz de superar aún la muerte de su madre y poder lidiar con el esfuerzo de un rodaje largo. Cuando una cinta realizada 32 años antes es restaurada, se ve forzado a buscar al actor con el que tuvo conflictos durante el rodaje, reiniciando su relación y dejándole montar una obra de teatro basada en un texto suyo que narra cómo perdió a su primer gran amor. Los sucesos que rodean ambos hechos lo llevan a reflexionar sobre su infancia y su vida actual.
Director: Pedro Almodóvar
Guión: Pedro Almodóvar
Con: Antonio Banderas, Penélope Cruz, Raúl Arévalo, Leonardo Sbaraglia, Asier Etxeandia, Cecilia Roth, Julieta Serrano
Distribuidor: Universal Pictures
Fecha de estreno: 22 marzo 20191 (España) 05 julio 2019 (México)
País: España 2019
Duración: 113 minutos