“Terminator: Destino Oculto” como traicionar una premisa en aras de lo correcto

La saga de “Terminator” iniciada en 1984 por James Cameron mostraba como la humanidad sería exterminada por maquinas que cobrarían consciencia y buscarían el control del planeta. Su secuela llegó 7 años después y no sólo creo la mejor película de la saga sino que revolucionó, en su momento, el mundo del cine de acción. Ahora en 2019 llega la nueva entrega de la saga, “Terminator: Destino Oculto” (Terminator Dark Fate), la cual es un desastre casi total.

Tres años han pasado desde que Sarah Connor y su hijo lograron frenar los planes de Skynet, cuando un suceso inesperado cambia sus planes. 22 años después, una nueva versión de Terminator aparece, su misión es acabar con la vida de una joven guatemalteca quien es un peligro para los planes de las maquinas en el futuro, y ella, auxiliada por una mujer mejorada con tecnología debe sobrevivir, para su fortuna, Sarah Connor está ahí para auxiliarles.

Dirigida por Tim Miller, “Terminator: Destino Oculto” es una cinta que, aprovechando las modas actuales de hacer secueles dejando fuera muchas cintas de las sagas, se instala como la tercera parte de estas cintas, haciendo un lado todo lo anterior en un intento desesperado de encontrar nuevos caminos para hacer la gente gaste su dinero en estas películas. Y el resultado es lamentable. Si bien el director logra hacer medianamente divertidas las secuencias de acción, la forma en que se aborda la historia hace que todo se convierta en un tratado de lo políticamente correcto para así traicionar lo que las otras películas buscaban. En esta ocasión el empoderamiento femenino se ve burdo, forzado, como un cliché andante, que además la protagonista sea una mujer latinoamericana que trabaja en una maquiladora suena tan forzado para agradar a los políticamente correctos.

Lo mejor de la película es su forma tan desesperada de buscar la nostalgia al agregar en su elenco a Linda Hamilton, quien en realidad parece se va a deshacer en cada secuencia de acción, y al regreso de Arnold Schwarzenegger como el T-800. Pero eso es sólo apelar a la nostalgia. En realidad la película no tiene ni pies ni cabeza, es aburrida, es absurda, es burda, es más, hace que “Terminator Genisys” (2015) parezca más honesta. Eso sí, agradezco que la presencia de Diego Boneta sea proporcional a su talento, es decir, casi nula.

Terminator: Destino Oculto” es, junto a “Terminator 3: Rise of the Machines” (2003) de las peores cintas de la saga, aunque esta tiene a Hamilton y a Arnold juntos de nuevo, aunque no tiene ninguna secuencia de acción digna como si la tiene la otra en la persecución con la grúa. Pero de ambas no hacemos una buena película. De hecho hasta las parodias porno de estas películas tienen más sentido que esta.

Solo para nostálgicos, para políticamente correctos y sobre todo, para aquellos no les impota nada si les dicen que así se crea empoderamiento femenino. Bajo su riesgo.

Los invitamos a ver el tráiler.

Terminator: Destino Oculto” (Terminator Dark Fate)

Director: Tim Miller

Guión: David Goyer / Justin Rhodes / Billy Ray

Con: Linda Hamilton, Arnold Schwarzenegger, Mackenzie Davis, Natalia Reyes, Gabriel Luna, Diego Boneta

Distribuidor: 20th Century Fox

Fecha de estreno: 01 noviembre 2019

País: Estados Unidos 2019

Duración: 128 minutos