1521, la otrora gran Tenochtitlan se rinde y es tomada por las tropas españolas que han ido diezmando todo a su paso, imponiendo la ideología europea de esos años, la religión católica, sin importarles lo que destruyen en el camino. Actos de violencia y barbarie en nombre de la transformación de una zona incivilizada del mundo ante los ojos españoles. 2020… ¿qué pasaría si un soldado español de pronto apareciera en las playas de Veracruz y decidiera hacer la histórica ruta de Cortés?
Rodrigo Reyes es un director al que los temas de la migración le llevan a la reflexión y a cuestionar lo que ocurre en la actualidad, como lo plasmó en su anterior trabajo “Lupe Bajo el Sol” y que ahora en “499” lleva a otro nivel al realizar un crudo documental sobre la violencia que ocurre en territorio mexicano a través de los ojos de un personaje del siglo XVI, sin que por ello estemos ante un trabajo de ficción, sino ante un documental que aprovecha las ventajas del lenguaje cinematográfico en la narrativa de ficción para golpear al espectador y mostrarle que hemos llegado a un punto donde algo debe cambiar.
“499” llega un año antes del quinto centenario, retando a la conmemoración que se viene, cuestionando la violencia que hoy mismo continua en el país. El director realiza la Ruta de Cortes haciendo una narración que recuerda lo que el ejército español iba haciendo en cada población, confrontandole con narraciones de actos de violencia en la zona, el impacto es duro y sacude al espectador de una forma inesperada, brutal.
El documental tiene unas imágenes poderosas y llenas de significado, siendo quizá una de las que más se quedan en la mente aquella que tiene al viajero del tiempo se encuentra en el refugio de inmigrantes, verlo sentado entre indocumentados centroamericanos es un shock total, donde podemos cuestionarnos sobre la perdida de la identidad de todo aquel que deja su tierra y se adentra en lugares desconocidos.
Es en especial doloroso el relato del feminicidio de Fátima Quintana en el Estado de México ocurrido en el 2015, donde los vecinos son culpables, el relato de la madre que nos indica cada detalle que sabe del mismo se torna insoportable, nos deja adoloridos, nos deja impotentes, nos deja ver que la barbarie no tiene caducidad y que el tejido nacional debe cambiar ya, que hemos llegado al punto donde la pasividad y las indolencia de las autoridades, de años pasados y actuales, ya debe acabar.
“499” es un trabajo que debe ser visto y que el debate propone debe ser llevado a cabo, no hay que esperar otros 500 años para ello.
El documental forma parte de la competencia de documentales del Festival Internacional de Cine de Morelia.
Los invitamos a ver una entrevista con el director.
