“El baile de los 41” un momento ni chulo ni coquetón de México

El cine de época es uno de los grandes tropiezos del cine mexicano, incapaz de comprenderle y de producirle de forma adecuada, se pierde en sus historias donde crea personajes de piedra y poco creíbles, donde pesa más la solemnidad y el miedo a ofender a aquellos ven los hechos históricos como algo inamovible. Y es ahí donde sorprende de entrada “El Baile de los 41”, la cual nos lleva a recordar uno de los capítulos infames de la historia de México, el cual fue recogido de forma burlona y soez por algunos medios de la época.

Amada, hija de Porfirio Díaz, ha contraído matrimonio con Ignacio de la Torre, ambicioso político que espera de esta forma conseguir el apoyo desea para su carrera. El matrimonio pronto comienza a atravesar problemas ante el desinterés de él hacia ella, quien además ha iniciado una relación con Evaristo, al que introduce en una cofradía donde los hombres con poder son libres de comportarse como desean. Los celos, la desconfianza, todo llega a su clímax la madrugada del 18 de noviembre de 1901, donde una redada descubre una fiesta donde muchos de los hombres involucrados visten de mujer y serán detenidos los 42 41 participantes.

El Baile de los 41” es dirigida por David Pablos, quien con su tercer largometraje nos sigue sorprendiendo con su atinada manera de narrar historias complicadas, mostrando ya una tendencia a narrarnos relaciones complejas, jodidas, arrasadoras, que muestran amores enfermizos y destructores. En esta ocasión se arriesga al recrear el México de principios del siglo XX, no sólo en interiores controlables sino mostrando exteriores que son fácilmente reconocibles y donde el uso de encuadres cerrados permite evitar que la realidad moderna se filtre.

El guión es de Monika Revilla, quien crea un fascinante fresco que sobresale al no sentirse una mirada contemporánea a un hecho de hace más de cien años, sin crear un revisionismo histórico para adaptarse a lo políticamente correcto de lo de hoy, pero si creando un relato donde se siente el respeto a los personajes, sin juzgarlos y si colocándoles en el momento en que se desarrollan. La dirección de Pablos encuentra, en este primer largometraje sin guion suyo, al cómplice perfecto para desarrollar una historia de amor, de incomprensión de ambición.

La cinta es protagonizada por Alfonso Herrera quien en su papel de Ignacio nos brinda la mejor actuación de su carrera hasta este momento, un personaje oscuro, consumido por su ambición política y por el deseo, sin importarle a quien dañe a su paso. El papel de su esposa es interpretado por Mabel Cadena quien es simplemente perfecta en pantalla, fascinante, quien con múltiples detalles nos muestra su amor, su desilusión (la secuencia de la noche de bodas es una de las cosas más dolorosas, brutales, impactantes que veremos en pantallas mexicanas), su fortaleza y su furia de mujer herida. Como el tercero en discordia se encuentra Emiliano Zurita, quien se convierte en una contraparte increíble para lo que sucede en pantalla, otra víctima de Ignacio, Es de resaltar el erotismo de muchas de las escenas entre Zurita y Herrara, quienes brindan actuaciones creíbles, naturales, llenas de contención cuando no pueden ser como ellos desean ante la sociedad. A su alrededor tenemos a grandes actores como Fernando Becerril y Paulina Álvarez Muñoz, además un ensamble cast impresionante para mostrar a los otros 39 miembros de la cofradía fundada, dice la leyenda, por Maximiliano de Habsburgo.

El triángulo amoroso de la cinta es importante, vemos como dos personas se subyugan ante otro que es incapaz de estar a la altura del amor le profesan, sin caer jamás en luchas histéricas o dramáticas, sino más bien en un duelo donde ambos saben que no pueden tenerlo todo sino sólo una parte.

Las secuencias de las reuniones de los 42 son impresionantes, David nos muestra un universo de sensibilidad, de libertad, de arte, desde la puesta en escena de obras de teatro, opera, pasando por una orgia que jamás ni siquiera roza lo grotesco, que nos introduce a un universo fascinante de principios de siglo XX.

En esta ocasión la música corre a cargo de Carlo Ayhllón, colaborador habitual del director, quien hace mancuerna con Andrea Balency-Béarn, juntos hacen un trabajo increíble que combina dos estilos diferentes en uno que se vuelve adictivo al oído. Los toques clásicos con electrónico crean una interesante simbiosis. El diseño artístico también es sobresaliente, cada detalle nos remite a una época que ya no existe, desde el cuidado vestuario hasta detalles en la calle, que no asoma vestigios de la modernidad de estos días. Y claro, la fotografía de Carolina Costa nos deja ver un mundo de sombras, de velas que ocultan más que iluminan, creando la atmósfera perfecta para la película.

El Baile de los 41” no deja de mostrar simpatía por aquellos que tenían que ocultar sus preferencias sociales en un mundo donde eso significaba el ostracismo y perder privilegios, pero no por ello deja de lado el daño que muchos de ellos causaban al formalizar matrimonios que sólo lo eran en papel y apariencia. Un trabajo que habla también de la ambición y de los sueños rotos, de la misoginia y la intransigencia, de la homofobia y la incomprensión al otro. Uno que nos obliga a ver el presente y percatarnos que ha cambiado en la sociedad y que cosas permanecen aterradoramente iguales.

El Baile de los 41” es una cinta excepcional, donde no sólo tenemos una ficción (importante no perder esto de vista, no es un documental) de lo ocurrido una noche en el México de Porfirio Díaz, tenemos también una gran recreación de época, grandes actuaciones, una película que marca un alto nivel para futuras películas de época y que nos confirma que la carrera de David Pablos sigue en ascenso de una forma que promete sorprendernos aún.

La cinta fue elegida para clausurar el Festival Internacional de Cine de Morelia 2020.

Los invitmos a escuchar una entrevista con su director, David Pablos y ver acá el tráiler.

 

El Baile de los 41

Director: David Pablos

Guión: Monika Revilla

Con: Alfonso Herrera, Emiliano Zurita, Mabel Cadena, Fernando Becerril, Paulina Álvarez Muñoz

Distribuidor: Cinépolis Distribución

Fecha de estreno: 19 noviembre 2020

País:  México / Brasil 2020

Duración: 93 minutos