En Donde Chocan las Olas de Abraham Miranda es una historia de amor cuyo discurso pretende ser de confrontación contra la sociedad y que se diluye en una serie de situaciones comunes, con diálogos flojos - resultado de un guión mediocre - dichos con pretenciosa ligereza en un intento absurdo de mostrar la esencia de la clase media privilegiada acompañados de actuaciones no creíbles y planas que no permiten una identificación con el espectador. Problema metido con "calzador" que no sostiene ni un solo momento de duda o trabajo psicológico del protagonista... Además que el actor que lo interpreta es plano y sin ningún tipo de trabajo interpretativo.
Los motivos del personaje principal anclados en un pasado de clisé hacen que sea un personaje tonto que se mueve en un ambiente de indiferencia y dolor forzado y mal narrado por el director. A partir de conocer al que será su amor en la historia se transforma en una caricatura de romance donde todo lo que plantea una telenovela de bajo presupuesto promedio aparece en escena. El director no logra salir del estándar del amor rebelde que se escribe en las tarjetas de San Valentín y las novelas de Corín Tellado.
Y para mala fortuna del director y divertimento del espectador, la película pierde el control al tratar de mostrarse mórbida y complicada para tratar de atrapar la atención. Lo que es un rotundo fracaso entrando en una espiral de sin sentidos y absurdos que arrancan la carcajada en una catarsis de escape de todos los que estábamos en la sala.
Y por si fuera poco, la película tiene un mensaje sumamente conservador.
Tratando de ser insolente con un manejo de imágenes y diálogos que pueden perturbar a los intolerantes, resulta que su discurso cae en lo que todo lo contrario dando como resultado una película que no se atreve a ir más allá del - nuevamente - lugar común que es molesto por cobarde y pretencioso.
Y esto aplica para una historia tanto a esta película de temática gay como heterosexual. La mala manufactura de un filme no tiene género...
