Críticas
Tempestad o La Terrible Realidad
Son dos las voces femeninas que nos cuentan en el documental Tempestad, un par de historias sobre injusticia y corrupción en México, que cada vez se escuchan más frecuentemente en los medios de nuestro país: una joven que trabajaba en la aduana al norte de nuestro país es acusada injustamente de formar parte de una red de trata de personas y, crucificada incluso ante los medios con gran faramalla, terminan en una cárcel autogobernada por un cartel del narcotráfico, donde es despojada de toda esperanza al ser extorsionada para no ser asesinada como lo es todo aquel que no cumple las reglas del lugar.
Por otra parte, una mujer madura que ha dedicado toda su vida al circo carretero -labor inculcada por sus padres- se enfrenta a la desaparición de su hija adolescente, y después de años de haber sufrido la incapacidad de las autoridades para encontrarlas, empieza a hacer averiguaciones que la hacen sospechar de las mismas autoridades y que le indican que su hija puede estar viva, justo en una red de trata.
Francofonía: Tragedia y Esplendor
El director ruso, quizá el artista más importante del cine en la actualidad, Aleksander Sokurov (famoso en México por su monumental y alucinante filme histórico de ficción realizado en un solo plano secuencia de casi dos horas El Arca Rusa, así como por Fausto, Madre e Hijo y Padre e Hijo), se enfrenta en su nuevo filme Francofonía (Francofonia, le Louvre sous l’occupation), directamente con los fantasmas que rodean al Museo de Arte más famoso del mundo: el Museo del Louvre, que se encuentra en Paris, Francia. Esto, durante un periodo especial: la ocupación nazi alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
Fuego En El Mar: El Pueblo Que Recibe Las Agonías Esperanzadas
Acorralados por la guerra, el desierto y el Estado Islámico, los nigerianos huyen diariamente de su continente a Europa –desembarcando en el punto más cercano: el pueblo italiano de Lampedusa- huyendo de las tragedias que les rodean. Tienen que hacerlo a través del mar y miles de personas han fenecido ahogadas en su huida. En Fuego en el mar (Fuocoammare), el más reciente documental del italiano Gianfranco Rosi (director de El Sicario), vemos todo esto desde la perspectiva del puerto italiano que los recibe humanitariamente desde su hipertecnologizada frontera. Y al mismo tiempo, un chiquillo en este lugar, lucha contra el diagnóstico de un “ojo perezoso” al que tiene que reeducar para ver correctamente, mientras disfruta jugar con la resortera, asiste a la escuela y es aconsejado y cuidado por su padre.
Carroña, lo que ronda la podredumbre
Sebastián Hiriat es un director que apuesta por hacer cine naturalista, como ya lo había mencionado en Filosofía Natural del Amor (2014), su cine busca reproducir la realidad en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más terribles, así las pasiones que retrata en pantalla tocan al espectador y lo convierten en cómplice, testigo, juez y condenado de lo que presencia. En su nueva cinta, Carroña, no se aleja de ello, creando un inquietante thriller que si bien es fallido por momentos, es una cinta que de nuevo deja al espectador con el estómago destrozado.
Manuela y Gabino llegan a la costa de Oaxaca a pasar unos días para reactivar su relación de pareja, todo parece ser felicidad hasta que al paso de los días, todo comienza a descomponerse, como el clima del lugar. Cuando una tormenta pega fuerte en la zona, su relación se ve en el ojo del huracán, donde cada uno deberá tomar sus decisiones para sobrevivir.
Tamara y la Catarina, reuniendo las soledades
Las cintas que involucran personajes que sufren algún tipo de discapacidad tienden a caer invariablemente en los lugares comunes y clichés del tema, haciendo de estos personajes tan inverosímiles con la realidad que sólo pueden existir así en las películas, hay excepciones, como la extraordinaria Mi Nombre es Khan (My Name Is Khan Johar 2010) y ahora, desde México, llega una de que no sólo conquista el corazón del espectador sino lo mueve a la reflexión y a la autocrítica, la tercera cinta de Lucía Carreras como directora: Tamara y la Catarina.
Tamara despierta un día para descubrir se encuentra sola en casa, su hermano se ha ido y ella no entiende porque su rutina diaria ha sido trastornada. Un día al regresar del trabajo descubre una niña en un puesto de periódicos sin supervisión y decide protegerla, por lo que se la lleva a su casa. El descubrimiento del hecho por una vecina de la tercera edad hace que las cosas tomen caminos inesperados y es que Tamara sufre una discapacidad mental que no le impide comprender la naturaleza de algunos de sus actos.