Críticas
Amy, trataron de llevarla a rehabilitación y dijo no, no, no
Uno de los documentales más esperados del 2015 es Amy, el cual documenta el ascenso a la fama de la cantante de jazz Amy Winehouse, dirigido por Asif Kapadia, viejo conocido de los amantes del documental al haber hecho antes Senna (2010) y quien realiza un emotivo film que descubre el lado humano de una de las cantantes más importantes de Inglaterra de los últimos años.
El documental tiene una estructura cronológica, comenzamos muy atrás, cuando Amy tiene escasos 14 años y canta y festeja con su grupo de amigos, demostrando desde ese momento su gran voz y la inseguridad que siempre le perseguiría por su físico. Desde ese momento el documentalista hace uso de imágenes privadas no vistas antes, combinándoles con material de archivo, realizando un trabajo envolvente que va desgranando el mundo interno de la cantante así como la espiral destructiva en la que fue cayendo sin que nadie le tendiera un cable para agarrarse.
Love: el amor porno destructivo romántico
Gaspar Noé se ha caracterizado por tener un gusto muy especial para sacudir a las audiencias, para presentarles situaciones extremas que pueden causarles repulsión pero que no pueden dejar de ver y de disfrutar. Con su cuarto largometraje, Love nos lleva a la que quizá sea su cinta más accesible, sin que ello signifique no tenga polémica y sea agresiva para los espectadores.
Murphy despierta el 01 de enero y descubre que tiene una llamada de la madre de Electra, su anterior pareja, donde le informa que ella lleva ya un tiempo desaparecida. La llamada le hace recordar su relación, cuestionar su situación actual, y sumirse en la desesperanza de sus reflexiones.
El último cazador de brujas, no todas las maldiciones son tan malas
Bajo la dirección de Breck Eisner y con un guión de Cory Goodman, guionista de Priest (Stewart, 2011) y Underwold: Next Generation (Foerster, 2016); Matt Sazama y Burk Sharpless, guionista de Drácula, la historia jamás contada (Shore, 2014) y Dioses de Egipto (Proyas, 2016), llega El último cazador de brujas, una cinta que muestra a Vin Diesel, como un hombre condenado a vivir eternamente cazando a brujas y brujos que buscan romper la débil tregua entre humanos y estos seres.
El último cazador de brujas es una cinta divertida, exagerada, cómica a veces voluntariamente, otras no tanto y que muestra a Vin Diesel sin salirse de su papel de Toretto, pero ahora cazando brujas y manejando carros deportivos. La cinta no es nada del otro mundo, no cuenta con efectos espectaculares ni una historia diferente, lo que se ve en pantalla es a Diesel divirtiéndose mientras juega a tener cabello y a ser un guerrero antiguo y un cazador actual con dinero y encanto.
La Cumbre Escarlata, nunca ignores una advertencia
Dirigida por Guillermo del Toro y escrita en conjunto con Matthew Robins (Mimic, 1997), La Cumbre Escarlata es un gran trabajo del director mexicano quien logra transportar al espectador a un ambiente gótico, romántico y tenebroso.
La Cumbre Escarlata no es una historia de fantasmas, éstos no son el centro de la historia tan sólo son los portadores de advertencias, son el pasado y el presente de Edith Cushing quien no podrá alejarse de su destino.
Las Elegidas, el dolor de la traición
Una de las cintas que tuvo su función de gala durante el Festival Internacional de Cine de Morelia 2015 fue Las Elegidas, segundo largometraje de David Pablos quien de nueva cuenta nos demuestra es un director que busca incomodar al espectador como en La Vida Después, ahora haciendo un duro retrato del negocio de la trata de mujeres en México, donde la corrupción, la mentira, la traición y la indolencia de las autoridades permiten que este crimen siga vigente.
Sofia tiene 14 años, vive su primer amor al lado de Ulises, con el que no teme iniciar su vida sexual y confiar plenamente. Cuando este la entrega a su familia que se dedica al negocio de la trata de mujeres, ella debe aprender a sobrevivir y buscar una salida mientras él, arrepentido, debe enganchar a otra chica para que le permitan recuperarle, aunque ello implique joderle la vida a alguien más.