Críticas
¡Nop! En definitiva, no, nel, huye, sálvate, escapa.
No es un secreto que los trabajos de Jordan Peele me desagradan, desde su primera cinta, pasando por sus producciones para otros y sus series de televisión, su cine me parece falto de interés y de sentido, un pretexto para que el director muestre su rabia social contra la sociedad que ha invisibilizado a los afroamericanos en los Estados Unidos. Quizá por eso no extrañe que diga que “¡Nop!” (Nope!) me parece su peor trabajo.
OJ se encarga de llevar el rancho heredado por su padre, el cuál se dedica a criar caballos entrenados para ser usados en producciones audiovisuales, junto con su hermana trata de seguir la tradición familiar de proveer esas criaturas, pero su poca capacidad para mantener el control de los animales le hace fracasar, lo que le lleva a vender sus caballos a una atracción turística cercana a su casa. Cuando descubre una noche que un OVNI parece estar en el área, junto con su hermana, se dedica a buscar una imagen nítida del mismo para venderle a la televisión y así saldar sus deudas.
“Lecciones Para Canallas” la básica: No confies en nadie
Una de las narrativas se le complican al cine mexicano es el dramedy, la fusión de la comedia con el drama no es algo se le de naturalmente a nuestra cinematografía, desafortunadamente los guiones y dirección no logran compaginar de forma balanceada ambos mundos, quedándose a medio camino de nada y todo. Tal es el caso de la nueva cinta de Gustavo Moheno, “Lecciones Para Canallas”.
Jenny acaba de perder a su madre y viaja a la Ciudad de México en busca de su padre, quien resulta ser un estafador llamado Barry “El Sucio”, quien junto a su pareja, Marichula, se dedican a estafar a quien se deje, Pronto se ve atrapada por la dinámica de la pareja y comienza a participar con ellos, mientras preparan la gran estafa final.
“Me Casé Con Un Idiota” pero que bonito es, como lo quiero
La comedia romántica se ha convertido en el lugar común del cine mexicano, un espacio donde no se arriesga y se va a la segura para captar la atención del público y el desprecio de los analistas intelectuales del cine nacional, pero aún dentro de ella hay espacio para algunas más divertidas que otras, con mejores destellos, con malos destellos. La nueva cinta de de Batán Silva “Me Casé Con Un Idiota” es una más de ellas, con algunos detalles interesantes.
Flor es seleccionada por su amante, el director de la nueva cinta del actor de moda Iñaki, para ser la coprotagonista de la cinta. Durante el rodaje ambos protagonistas se enamoran y se casan casi de inmediato. Cuando ella se percata de que él es pura apariencia se prepara a dejarlo, pero el contrata a una guionista para reconquistarle.
“Escalera al Infierno” pero una muy genérica y de forma ya probada
¿Cuántas cintas más de supuesto terror debemos seguir soportando? ¿Cuántas versiones más de horrores ancestrales deben existir? ¿Cuántas veces tenemos que ver películas que venden en su título algo tan genérico que justifica plenamente lo genérico de su argumento? “Escalera al Infierno” (The Cellar) es todo lo que uno puede esperar de las cintas de horror de bajo presupuesto que buscan atrapar a incautos.
La familia Woos se ha mudado a su nueva casa, todo se descompone cuando su hija desaparece al entrar al sótano, lo que lleva a la madre a buscar una explicación de lo sucedido, descubriendo que el lugar es poseído por una antigua entidad que amenaza con destruir a su familia.
“Peleando por mi vida” luchando por no dormirme
El cine basado en historia de judíos que sobrevivieron a los malos malos malísimos nazis durante la segunda guerra mundial son uno de los temas favoritos de la comunidad en Hollywood, lo que les permite seguir el chantaje histórico que justifica las atrocidades que el Estado de Israel comete contra los palestinos en la zona. En ocasiones muy contadas, esas historias sólo son el telón de fondo para narrarnos algo más, como es el caso de “Peleando por mi vida” (The Survivor) que en realidad nos muestra como el amor puede ser el lazo se necesita para sobrevivir en las peores circunstancias.
Harry Haft se gana la vida en Norteamérica boxeando, sin lograr despuntar pero consiguiendo enfrentar a Rocky Marciano quien iba en ascenso en ese momento, situación que aprovecha para contar su historia a un periodista deportivo, al que confiesa que tuvo que luchar en los campos de concentración para salvar su vida, mientras lo impulsaba el recuerdo de su novia, la cual fue detenida al igual que él y a la que no volvió a ver y a la que busca aún de forma incansable. Años después, ya casado y con hijos, el recuerdo de esos días le lleva a confrontar sus decisiones.