En el 2010 llegó a pantallas de cine El Juego del Miedo VII (Saw 3D) la cual se anunciaba como el capítulo final de la saga de John Kramer, la cual ataba todos los cabos sueltos de las cintas anteriores (o por lo menos la mayor parte de ellos), es por eso cuando se anunció una nueva entrega de esta saga para el 2017, la incredulidad invadió a todos, sobre todo por lo forzado de cada una de las pasadas entregas, pero “Jigsaw: El Juego Continúa” (Jigsaw) es toda una sorpresa.
En la paradisíaca villa australiana de Tanna, dos tribus comparten en la actualidad, una cosmovisión primitiva y han ganado sostenerla contra la colonización, el progreso capitalista y las ofertas económicas que han recibido para cambiar. También comparten la idea de los matrimonios por conveniencia y la de que el amor no se anteponga a sus visiones políticas. Lo que los separa es la lucha por las tierras y el que estas dinastías ya no quieren más muertes de sus integrantes, debido a estas continuas batallas. Casar a una joven virgen de una de las tribus con el heredero de la otra, suena lógico. Pero la idea del amor conyugal es algo inusitado en sus costumbre sociales y políticas que acaba por sorprenderlos y darle un final suicida a esta historia.