Pocas veces podemos encontrar una película tan incómoda, tan dolorosa, tan inquietante como la cinta española “La Mesita del Comedor”, drama de terror [¿comedia de horror negro negrísimo?] que toma al espectador de la mano para llevarle a los infiernos, hundiéndole a cada paso sin darle oportunidad de zafarse y escapar, un trabajo que no es para los débiles de corazón, para los débiles de estómago, fascinante y retorcido como pocos.
Jesús y María mantienen una relación dominada por ella, quien determina cada aspecto de su vida, hasta el nombre de su primogénito. Cuando él elige la mesita de comedor que decorará el hogar, poca idea tiene que las promesas de que les traerá felicidad dictadas por el vendedor, en realidad se convertirá en un delirante principio de un descenso a los infiernos del cual no tendrán escapatoria.