Críticas
“Escape Room 2: Reto Mortal” nuevas trampas, pavimentando un futuro
En 2019 se estrenó la cinta “Escape Room” que capitalizaba el interés por los cuartos de escape con la idea de tener que sobrevivir a trampas mortales, dando como resultado una cinta divertida, incapaz de tomarse en serio, pero que a pesar de su premisa llena de sangre, jamás llegaba a los límites de otras, como la saga de “Saw”. Ahora llega su segunda parte, “Escape Room 2: Reto Mortal” (Escape Room: Tournament of Champions) que sigue la misma premisa mientras pavimenta el camino a una nueva saga.
Zoey y Ben (sobrevivientes de la primera cinta) deciden ir a Nueva York para conseguir las pruebas que lleven a la destrucción de la empresa Minos, la creadora de los mortales cuarto de escape, pero son atrapados por los creadores en un vagón del metro junto a otros sobrevivientes con los que deberán hacer equipo si quieren sobrevivir al juego de nuevo.
“La Casa Oscura” gran idea, mediocre realización
El duelo ante la pérdida de alguien nos ha acompañado una gran parte de nuestras vidas es una situación complicada de llevar, la gente busca siempre salir adelante de la mejor forma posible, apoyándose en las experiencias parecidas que haya vivido, muchas veces logrando superarle de una forma no tan dura, en otras ocasiones el dolor es tan fuerte que tarda años en salir. “La Casa Oscura” (The Night House) nos lleva a compartir esa etapa con su protagonista, con resultados decepcionantes al buscar dar un giro sobrenatural, y forzado, a lo que vemos en pantalla.
Beth trata de encontrar sentido a su vida después de que su pareja cometió suicidio. Cuando comienzan a ocurrir hechos sobrenaturales en su casa se convence de que él busca comunicarse con ella y, tras una serie de sueños premonitorios, descubre que hay más de su pareja de lo que ella conocía.
“Noche de Fuego” el temor a desaparecer en la oscuridad
El cine de denuncia social es una constante en estos tiempos en México, aquel que busca poner en la mira pública las circunstancias que se viven en las regiones más pobres del país, las más olvidadas por los medios, por los políticos, por la justicia. Si bien la mayoría recicla la misma historia una y otra vez, la sensibilidad de los encargados de llevarles a la pantalla logran marcar diferencia y presentar historias que sacuden a todos. Una de estas historias que no te dejan indiferente es “Noche de Fuego”.
En un pueblo situado en la sierra mexicana, los lugareños se sostienen trabajando para el narco en los campos de amapola, bajo el constante asedio del ejército y la tensión que causa su presencia con el cártel. En esa zona tres amigas crecen viendo como la inocencia de la infancia se transforma en horror conforme comienzan a crecer, viendo como una noche de fuego todo se consuma y consume.
“Riesgo Bajo Cero” o la nieve misma se derrite ante Liam
Liam Neeson se ha vuelto un referente absoluto en el cine de acción, no importa lo inverosímil de la trama, lo trillado de su actuación, lo lleno de clichés y lugares comunes donde transcurran las cosas, el hecho de saber está en una película nos invita de inmediato a acudir a una sala de cine, desconectar el cerebro y disfrutar. Tal es el caso de su más reciente estreno, “Riesgo Bajo Cero” (The Ice Road).
Cuando los mineros atrapados en un accidente necesitan que se haga llegar a la zona equipo técnico, un grupo de traileros es contratado para transportarlo a través de lo que se conoce como caminos de hielo, lagos congelados donde el menor error puede causar el rompimiento del pavimento. En su travesía no sólo deberán pelear contra el clima sino contra un miembro interesado en que ellos no lleguen.
“Clases de Historia” aprendiendo a no repetir el pasado
El cine de Marcelino Islas es uno que versa sobre las relaciones humanas, sobre la forma las personas se topan con el otro, la manera en que el encuentro con alguien les desconcierta, les cuestiona, les hermana. En su nueva cinta, “Clases de Historia” de nueva cuenta retorna a esos terrenos, con la sorpresa de que en esta ocasión nos confronta con la manera la juventud cuestiona, se apoya y con ello, rejuvenece a aquellos con los que toma contacto.
Verónica da clases de secundaria, tiene una enfermedad terminal y cuando tiene un altercado con Eva, una alumna recién llegada, es “motivada” a dejar su clase. Cuando Eva aparece en su casa para ofrecer una disculpa, no tiene idea de que abre la puerta a la libertad y a la recuperación de sus emociones.
