Sam Wilson (Anthony Mackie) está de vuelta para abrazar el manto del Capitán América que le dejó Steve Rogers en “Capitán América: Un nuevo mundo” (Captain America: Brave New World) la nueva entrega de la franquicia de uno de los héroes que han servido como pilar para el Universo Cinematográfico de Marvel. Y es que después de su paso en la serie “Falcon y el Soldado del Invierno”, el gran amigo de Steve ha admitido la responsabilidad detrás del gran ícono que es este personaje. Pero tal vez sea demasiado tarde, porque un nuevo mundo se abre paso y el panorama de este universo está por cambiar.
El cineasta nigeriano Julius Onah (The Cloverfield Paradox, Luce) entra de lleno en la dinámica de la acción y el thriller político que distingue a la saga del Capitán. Teniendo un tono muy parecido a la segunda entrega del superhéroe, “Capitán América y el Soldado del Invierno” (Hermanos Russo, 2014), la gran ventaja de esta cuarta entrega es que nos aterriza nuevamente a un mundo donde los héroes no necesariamente son dioses invencibles, hechiceros imbatibles o, en este caso, super soldados imbatibles. Esto hace que la amenaza se sienta real, algo que Marvel había olvidado por completo en sus últimas entregas.