Críticas
Los Juegos del Hambre, atractiva sin ser redonda
Basada en la exitosa novela Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins llega a pantallas mexicanas su adaptación cinematográfica que busca posicionarse entre todos aquellos cinéfilos huérfanos de una serie que seguir ante la culminación de Harry Potter el año pasado y la imposibilidad de seguir una saga tan miserable como la de Crepúsculo. Y sin llegar a la maravilla era Potter, el resultado es totalmente superior a cualquier momento de la saga crepuscular seguida por adolescentes hormonales sin capacidad de raciocinio.
Los Juegos del Hambre (The Hunger Games) narra la historia de Katniss, una habitante del distrito 12 que toma el lugar de su hermana para participar como tributo en los juegos organizados por el Capitolio para recordarle a los distritos que lo conforman que su fallida rebelión tiene un costo. Su relación con el otro tributo de su distrito hará que por esta ocasión, los juegos se conviertan en algo que el Capitolio no permitirá.
Secretos de Pasión, ni dragones ni pasión
Dos amigos de la infancia se ven separados al crecer por las diferencias económicas de su familia. Ambos coinciden en un seminario donde uno de ellos permanecerá y se convertirá en una de las figuras más tenebrosas del cristianismo, el otro se involucrará en las batallas de la Guerra Civil Española donde se verá forzado a forjarse su destino.
La nueva película de Roland Joffé nos lleva a conocer el origen de José Maria de Escrivá, creador del Opus Dei y a presenciar la brutalidad de la Guerra Civil Española, ambas desde un punto de vista muy corto y que nos obliga a preguntarnos qué fue de ese gran director que nos obsequió Los Gritos del Silencio (The Killing Fields 1984).
El Lórax en busca de la trúfula perdida, reflexión para una sociedad consumista
En la vida todo inicia con un deseo de un cumplir un sueño, sin importar qué tan difícil sea el camino o cuántos tropiezos se sufran, uno promete que lo lograra a toda costa. Sin perder la esperanza, un joven emprendedor busca materiales para poder confeccionar una prenda que cambiara la vida de la gente, cuando por fin encuentra un bosque lleno de hermosas trufulas, sin dudarlo ni pensar en las consecuencias de sus actos, decide utilizar los recursos del bosque sin ponerse límite alguno. Ante esto viene la destrucción capitalista de explotar todo los recursos naturales sin prever que no son eternos pero irremediablemente el daño está hecho y cuando uno cae en desgracia, habrá otro que se aproveche de la situación.
El panorama no es nada alentador ni tampoco desconocido en la vida real, la destrucción de la naturaleza es algo que la sociedad ha perfeccionado a lo largo del tiempo. Sin embargo, rápidamente hemos visto las consecuencias de la tala inmoderada, la contaminación del aire y del agua, etc. Todo esto se resume de manera sencilla y directa en El Lórax en busca de la trúfula perdida al tratar el problema de la sed por el progreso y las comodidades sin prestar atención a cómo todo esto afecta al medio ambiente.
?Shame, deseos culpables, entre el vacío existencial y el sexo
Brandon un ejecutivo exitoso y soltero es forzado a ajustar su ritmo de vida cuando su hermana, Sissy, llega a su departamento sin previo aviso. Con una relación problemática y con guiños incestuosos, ambos personajes demuestran el vacío de sus vidas, él viviendo sólo a través de sus relaciones sexuales y ella tratando desesperadamente de encontrar una relación sentimental que la saque de su soledad.
El Príncipe del Desierto, Annaud y el oro negro
Jean-Jaques Annaud siempre lo logra, al terminar una película suya siempre quedamos con la sensación de que hemos visto algo bueno, que no sólo satisface nuestras necesidades de cine comercial sino de arte. Así nos pasó con La Guerra del Fuego (Quest for Fire 1981) El Nombre de la Rosa (The Name of the Rose 1986) y, en menor medida con El Amante (L'Amant 1992) y Siete Años en el Tibet (Seven Years in Tibet 1997). Y al igual que con esas películas, al momento de mirarlas sabíamos había algo que no terminaba de cuadrar, de convencernos, aun cuando al final no podríamos decir fueran malas o incompletas.










