INTRODUCCIÓN
El futuro de cientos de cineastas está en juego así como un tipo de expresión cinematográfica que tanto renombre ha dado a México en el mundo en los últimos 20 años. Otra vez se quiere desaparecer el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE) que apoya la Producción y Postproducción de Largometrajes como ópera primas coproducidas con escuelas de cine, cintas experimentales, de autor, de expresión nacional y documentales. Y todo porque la administración en turno emitió una orden el pasado 02 de abril donde hace tabla rasa en contra de 338 fideicomisos que manejan recursos públicos por $718 mil 995 millones de pesos acusándolos de que operaban sin control, vigilancia, fiscalización y mucho menos rendición de cuentas (*1).
Se excluían de esta medida draconiana a todo fideicomiso que estuviera en ley o fuera mandato del legislativo, es decir se salvaban por el momento el fondo de inversión y estímulos al cine FIDECINE, el de la CINETECA NACIONAL y PROCINEDF por ser estatal. Las protestas de la comunidad fílmica en contra surgieron de inmediato y la directora del IMCINE, la cineasta María Novaro, presentó su defensa ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y se está a la espera de la rectificación de tan grave decisión antes del 15 de abril.