Críticas

“Dogman” desquiciadamente aburrida y predecible

Pocas veces abandono una película, menos salirme de una sala de cine, “Dogman” logró impulsarme a hacerlo, no sólo por el inmenso aburrimiento me estaba provocando, no sólo por el sueño causado, sino también por la descarada artimaña de intentar hacer una cinta para doglovers sin mayor sentido que demostrar el amor a los perros, olvidando la trama y la dirección.

Douglas Munrow ha sido detenido, encontrándose en su camión una jauría. Interrogado por la psicóloga de la prisión, conocemos su pasado en una familia extremadamente religiosa, la furia de su padre que le ha dejado con una bala en la columna vertebral, su ruptura de corazón, la forma en que sus perros se volvieron su familia y la forma en que éstos le obedecen de forma natural, su paso por el robo y su misión de vengador canino anónimo.

“No Quiero Ser Polvo”, buscando la luz en las sombras

Muchas veces nos hemos quejado de la incapacidad del cine mexicano para realizar cine de ciencia ficción, también he dicho que mi película mexicana del género es “Utopia 7” (Laborde, 1995), por lo que ahora resulta muy grato decir que he agregado otra cinta a ese listado, la inquietante “No Quiero Ser Polvo”, el nuevo trabajo de Iván Löwenberg.

Bego, un ama de casa en plena crisis de la mediana edad, vive aburrida y temerosa de ser intrascendente, sin embargo, su vida toma un rumbo misterioso una vez que ingresa a una secta que predica tres días de oscuridad. Convencida de que el hecho es real y no una estafa, hará todo para convencer a su gente cercana de ello.

“Aguas Siniestras” una piscina mortal para una nadadita nocturna

El cine de género es el pretexto ideal para ir con los amigos al cine, para pasar un rato divertido con historias tontas en la mayoría de las veces y, para pensar en lo que uno haría en una situación parecida, ahora, para arrancar el 2024 en México llega “Aguas Siniestras” (Night Swim), la cual no le apuesta al scare jump sino a intentar crear una atmósfera inquietante, creando una película olvidable pero que mientras dura mantiene la atención en pantalla.

El beisbolista retirado Ray Waller se instala con su familia en una gran casa con piscina al fondo, las aguas de ella comienzan a curar las enfermedades tiene, pero desata una serie de sucesos sobrenaturales que buscan cobrar la vida de los miembros de su familia.

La cinta es dirigida por Bryce McGuire, quien resulta un artesano competente al desarrollar una historia propia bajo la batuta de dos de los nombres fuertes del cine de terror actual, James Wan y Jason Blum, es de aplaudirle que no se decanta por una cinta sangrienta o una donde se abuse de los sustos baratos, apostando en cambio por intentar crear una atmósfera sobrecogedora, aunque desafortunadamente no siempre lo consigue, creando una cinta de altibajos (más bajos que altos) pero que entretiene y lograr provoca algo en algunas secuencias.