El sueño de los hombres por escalar en su entorno social, codearse con las altas esferas, el enfrentarse a toda calamidad para lograrlo, es una historia constante en la humanidad, pero muchas veces, al llegar a los niveles se desea, uno se da cuenta de que en realidad eso no es lo que se desea, que la hipocresía, que lo que se debe ceder supera a lo obtenido, esto es lo que narra “El Bastardo” (Bastarden).
En 1755 el capitán Ludvig Kahlen se lanza a una misión casi imposible, lograr que un páramo desolado sea cultivable y construir una colonia para el Rey, lo que le daría un título nobiliario. La zona es controlada por Frederik De Schinkel, quien ve el lugar completamente suyo. Cuando Ludvig acoge a una pareja fugitiva y a una niña rumana, su suerte está echada.