Steven Soderbergh regresa a un género que si bien no es su especialidad, por lo general logra salir bien librado, el thriller de acción, con grandes escenas de lucha, persecución y una trama sencilla pero entretenida. Agentes Secretos (Haywire) si bien no es su mejor película es superior a otras ofertas de la cartelera comercial.
La película sigue a una mercenaria que se ve envuelta en un complot para acabar con su vida promovido por las personas en las que confía. El salir viva de la situación y vengarse serán su motor y fuerza.
Protagonizada por Gina Carano, ex luchadora de artes marciales y una de las gladiadoras de American Gladiators, la película es un vehículo para demostrar su fuerza e impacto en pantalla, las secuencias de lucha están excelentemente coreografiadas y logran emocionar al espectador al presentarle peleas realistas y con el mínimo de edición para demostrar que son los propios actores los que las protagonizan.


Una joven con antecedentes de esquizofrenia descubre que su hermana ha desaparecido, asumiendo de inmediato que el culpable es el hombre que la secuestro e intento asesinar años atrás. La policía no le cree ya que lo consideran un juego de su mente y nada indica que lo que ella dice sea cierto. ¿En realidad su hermana fue secuestrada? Y de hecho ¿ella lo fue o sólo es producto de su imaginación?
La nueva tendencia del cine latinoamericano parece ser el realizar la contemplación de la nada. Un cine que mal entendiendo el concepto de cine contemplativo lleva éste a extremos tales que lo único contemplamos es la muerte del cine, la nada que no conmueve, que no atrapa, que no afianza. De Jueves a Domingo de Dominga Sotomayor se inscribe en esa tendencia.
Con el Diablo Adentro: en 1989 un exorcismo no autorizado por el Vaticano sale mal, culminando con la muerte de dos clérigos y una monja, así como en el encarcelamiento de la mujer supuestamente poseida. Por iniciativa de la iglesia católica es trasladada a un hospital psiquiátrico en un lugar cercano al Varicano. 20 años después su hija acude a visitarle para intentar conocer la verdad de lo sucedido.
Hay películas que simplemente se hacen para que el espectador se tumbe en su asiento un par de horas y se deje llevar por la adrenalina de lo que ocurre en pantalla. Protegiendo al Enemigo (Safe House) es de esas. Una cinta de acción que no le exige nada al espectador excepto divertirse con lo que pasa en pantalla. Lamentablemente no logra atrapar completamente al espectador que por momentos puede sentirse en el título de una cinta de Resortes: Hora y Media de Balazos.
50/50
El 11 de septiembre del 2001 marcó la vida del mundo, tanto de los norteamericanos que vivieron en su país una de las experiencias más traumáticas de su historia como para el resto del mundo que tuvo que desarrollarse a la sombra del evento.
Dentro del FICUNAM 2012 llega a México
Raymundo (Andrés Almeida) y Ramona (Jessy Bulbo) forman una pareja como cualquier otra, el graba algunos eventos y ella se dedica a su banda de punk. Ella es una mujer comprometida no sólo con su música sino con sus ideales políticos y con su familia. Cuando ella le comunica su deseo de ser madre, él entra en una crisis que le lleva a buscar formas de demostrarle a ella que es capaz de comprometerse con algo. El resultado es inevitable.
Cuando la aduana norteamericana toma el barco, un joven debe deshacerse de la droga que intentaba meter de contrabando a Estados Unidos. Esa acción provoca que los encargados de recibirla le den un plazo de dos semanas para pagar el cargamento o ser asesinado. Como la deuda se hereda a la familia su cuñado, un mítico contrabandista, decide ayudarle. En el camino descubrirá algunas mentiras que podrían terminar con todo lo que busca preservar.
Una misión fracasa. El equipo se ve cuestionado, dividido. Lo que parece un reacomodo necesario para sobrevivir en realidad es un elaborado plan de un espía dentro de la casa, uno que puede destruir todo. Sólo un viejo elemento en el exilio parece capaz de detenerlo antes sea tarde.
Un consagrado actor de cine mudo conoce de manera fortuita a una joven aspirante a actriz, la ayuda a ingresar al medio y al poco tiempo la ve encumbrarse en los talkies mientras su carrera se va al olvido. Sólo el amor de ella lo podrá salvar de la destrucción.
Accidentes pasan en los momentos menos imaginados y cuando la persona a la que amas sufre un terrible accidente y está cerca de morir, la vida gira alrededor de una última esperanza “despierta y prometo cambiar”. Para Matt King, un esposo y padre distante, es lo único que lo mantiene adelante después de que su esposa, Elizabeth King, queda en coma y no hay muchas esperanzas de que salga de ese estado. Sin embargo, la vida nunca es lo que uno espera y cuando se cree que las cosas no pueden empeorar es cuando uno se da cuenta: siempre se puede estar peor.