Carlos Carrera regresa al cine con un drama que muestra el horror del home invasion combinado con una mirada justiciera y mordaz, un trabajo que si bien por momentos peca de teatral sirve como ejercicio para el desarrollo de actores y situaciones que pueden ocurrir en una familia acomodada de la Ciudad de México, una película que, si bien rutinaria, logra captar la atención del espectador.
Cuando la hija menor de un matrimonio integrado por un dentista y una académica desaparece, la angustia comienza a llenar el hogar. Una llamada les alerta de una vista tendrán y que la única posibilidad de recuperarle es seguir sus indicaciones, las cuales son muy sencillas: uno de los miembros de la familia ha cometido un acto que deberá confesar y recibir el castigo adecuado por el mismo, lo que lleva a la pareja y su hijo a develar sus más profundos secretos.