2020

La transición del cine silente al sonoro fue un parteaguas en la industria cinematográfica casi comparable como lo fue la invención del cinematógrafo, un momento que cambió por completo las reglas del juego, de la creación, que sepultó carreras, que impulsó a nuevas estrellas, su llegada e influencia en las audiencias llevó a sectores conservadores a intentar frenar los mensajes que se transmitían, frenando los excesos que iban contra la moral religiosa vigente. “Babylon” de Damien Chazelle nos lleva a conocer ese mundo, en una de las mejores películas del 2022.

Manuel "Manny" Torres conoce en una fiesta a Nellie LaRoy, esa noche cambia la vida de ambos, llevándoles al mundo del cine donde desarrollan sus carreras en una etapa de transición del silente al sonoro, de la libertad creativa a los inicios del Código Hays.

En el 2017 tuvimos la oportunidad de ver en pantallas mexicanas “Un Hombre Gruñón” (En man som heter Ove), cinta sueca de Hannes Holm y protagonizada por Rolf Lassgård y Bahar Pars, quienes dieron vida a una película que realizaba un agudo comentario sobre las relaciones humanas, la importancia de tender lazos con los otros y el no juzgar por las apariencias ni dar por sentado que conocemos al otro y que su comportamiento es por intolerancia o maldad. Ahora toca el turno para el refrito (nunca mejor usada la palabra) norteamericano, “Un Vecino Gruñon” (A Man Called Otto), protagonizada por Tom Hanks y Mariana Treviño.

A los 60 años y tras perder a su esposa, Otto decide terminar con su vida, pero la inesperada llegada de nuevos vecinos al bloque donde vive le impide realizarlo. Poco a poco desarrolla una amistad con una inmigrante mexicana y redescubre la importancia de los lazos de amistad,

En el 2009 James Cameron estrenaría una película que revolucionaría la forma se veía el cine y se entendía la tercera dimensión, “Avatar”, una película que pronto se haría de una base leal de seguidores quienes se rendirían al mundo de Pandora donde se desarrollaba la historia, adoptando además los valores ecológicos de la cinta. Tuvieron que pasar 13 años para que el creador presentará una secuela de esa historia, “Avatar, El Camino del Agua” (Avatar. The Way of Water), la cual, como la anterior, es un portento en la cuestión técnica y que nos permite seguir comprendiendo las capacidades de las nuevas tecnologías en el cine.

En el 2009, el director y productor James Cameron regresó a las salas de cine después del arrollador éxito que tuvo con “Titanic”, al llevarse 11 Premios de la Academia y convertirse en una de las cintas más taquilleras de la historia. Esa vez, volvía para presentarnos un mundo que llevaba casi 30 años imaginando para por fin plasmarlo. Ese universo fue Pandora, eje principal de la cinta “Avatar”, que revolucionó la tecnología 3D y ofreció una experiencia cinematográfica como pocas hasta ese momento.

Trece años después y con una generación que no pudo experimentar este fenómeno en su momento que vive de la euforia del cine de superhéroes, toca regresar o encontrarse por vez primera con el mundo de Pandora, pues James Cameron expande lo que conocemos acerca de los Na’avi con “Avatar: El Camino del Agua” (Avatar. The Way of Water), con las mismas virtudes y algunos puntos flacos que tuvo su antecesora.

Darren Aronofsky es un director cuyos trabajos cinematográficos tocan siempre de una forma u otra la fe, la forma en que la religión rige la vida de las personas y como la espiritualidad forma parte intrínseca del ser humano, así ha sido desde su primer largometaje “Pi” (1996), hasta su impresionante cinta “mother” (2017), siendo ahora, tras cinco años de silencio cinematográfico de “The Whale”, la cual sorprende por la dura crítica realiza a la religión, sus instituciones y, sobre todo, a las personas que profesan su fe sobre todo.

Charlie da clases en línea, con la cámara apagada, lo que permite ocultar a sus alumnos sus casi 270 kilos de peso. Alejado de su familia, a la que abandonó por otro amor, deberá intentar reconectar con su hija adolescente antes de que sea demasiado tarde. Así somos testigos de una semana en su vida que pondrá las cosas en su sitio y en su perspectiva correcta.

El cine coreano sigue dando mucho de qué hablar, demostrando como en toda industria que no sólo hay voz para aquellas cintas críticamente alabadas o directores de culto como Park Chan Wook y Bong Joon Ho, sino también para la diversidad de géneros y la oportunidad de que los actores tengan pie para desenvolverse en roles se drama, comedia, suspenso o acción.

Entre los diversos talentos cuyos rostros son ya muy conocidos por la audiencia global están los de Song Kang Ho (Parásitos), Choi Min Sik (Oldboy), Lee Jung Yae (El Juego del Calamar) o Lee Byung Hun (Emergencia en el Aire). A ellos se suma el actor y productor surcoreano-estadounidense Ma Dong Seok, mejor conocido como Don Lee (Tren a Busan, Eternals), que con "Fuerza Bruta" demuestra un potencial natural para los golpes y la comedia.

Las cintas navideñas por lo regular abusan de lo sentimentaolide, del mega drama forzado, de querer forzar a todos a compartir una hermandad que no forma parte del mundo real, de querer convencer a los pequeños de que deben portarse bien bajo la pena del chantaje barato de que si no lo hacen no recibirán regalos. Pero ocasionalmente surgen cintas que aprovechan esas ideas para ir un paso adelante y provocar al espectador con situaciones límite, tal es el caso de “Noche Sin Paz” (Violent Night) donde Santa Claus deberá tomar cartas en el asunto para castigar a los malos.

En la noche de navidad, los insoportables miembros de la familia Lightstone se reúnen, entre ellos la pequeña Trudy, quizá el único miembro decente de la familia, a quien le regalan un viejo walkie talkie que le promete línea directa con Santa Claus. Cuando un grupo de mercenarios irrumpe la velada, sólo la presencia del gordo en traje rojo podrá frenar lo que se anuncia como un baño de sangre para los Lighstone.

Walt Disney Animation Studios regresa con una gran aventura cinematográfica, la cinta “Un Mundo Extraño” (Strange World), la cual es una de las grandes cintas de animación del año, al presentar una cinta dinámica, divertida, llena de colorido, pero que parece condenada al fracaso ante una campaña invisible del estudio para posicionarle, lo que es una pena ya que sin duda es una gran sorpresa.

Searcher Clade vive como granjero, dejando en el pasado su vida como explorador al lado de su desaparecido padre. Cuando hay una plaga que amenaza con destruir la planta que da energía al pueblo donde vive, se ve involucrado en una aventura al centro del planeta para poder salvarle. En el viaje le terminará acompañando su familia, quienes enfrentarán muchos peligros y descubrirán que nada es lo que parece cuando viajas a un mundo raro y desconocido.

Guillermo del Toro es uno de esos directores que han cultivado una gran cantidad de seguidores, los cuales defienden ciegamente cada uno de sus proyectos, elevándoles a niveles impresionantes, pasando por alto muchas cuestiones, siempre apoyando sus trabajos. Así fue con la mediana “The Shape of Water”, la insoportable “Nightmare Alley” y ahora, con “Pinocho” (Pinocchio), la cual si bien visualmente es increíble, resulta demasiado obvia y complaciente y en busca de la lágrima fácil.

En la Primera Guerra Mundial, Geppetto pierde a su hijo en un ataque a su poblado. Años después realiza un muñeco de madera, el cual cobra vida, metiéndose en muchas aventuras en la Italia fascista de los 30s.

¿Cuándo una historia de amor cruza la línea y se convierte en algo más que ello? Luca Guadagnino decide llevarnos en esta ocasión por el terreno del horror al presentarnos una historia de amor que descansa en el shock visual y en el tremendo carisma de sus protagonistas, “Hasta los Huesos” (Bones and All) es una cinta destinada a dividir audiencias pero no a dejarles indiferentes.

Maren se encuentra sola cuando su padre descubre que sus instintos caníbales han aflorado, dejándole sólo un poco de dinero y su acta de nacimiento, decidida a encontrar a su madre emprende un viaje por Estados Unidos para llegar con ella, encontrando en el camino a estrafalarios personajes que comparten con ella el amor a la carne humana.